El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender la mecha de la guerra comercial con Europa, proponiendo un nuevo arancel del 50% sobre los productos procedentes de la Unión Europea a partir del 1 de junio de 2025.
La medida, anunciada a través de su red social Truth Social, generó un inmediato impacto negativo en los mercados internacionales.
«¡Nuestras conversaciones con ellos no van a ninguna parte! Por lo tanto, recomiendo un arancel directo del 50% para la Unión Europea a partir del 1 de junio de 2025”, declaró Trump, dejando claro que la medida no se aplicará a los productos manufacturados en territorio estadounidense.
En su mensaje, el mandatario acusó a la UE de haber sido creada “con el objetivo principal de aprovecharse de Estados Unidos en el ámbito comercial”.
Trump justificó su propuesta asegurando que el bloque europeo impone poderosas barreras comerciales, impuestos sobre el IVA, “ridículas” sanciones a las empresas, manipulaciones monetarias y demandas injustificadas.
“Se generó un déficit comercial con Estados Unidos de más de 250 millones de dólares anuales, una cifra totalmente inaceptable”, escribió el mandatario estadounidense.
Temor por Trump
El Ibex 35 sufrió una caída del 2,5%, situándose en los 13.920,4 puntos.
El sector bancario español fue especialmente castigado, con desplomes de hasta el 4,5% en entidades como CaixaBank, Sabadell y BBVA.
También Inditex registró un retroceso del 3,3%. En paralelo, las principales bolsas europeas se tiñeron de rojo: Fráncfort perdió un 2%, París un 2,38% y Milán un 2,48%.
Estas tensiones se producen justo después de que la Unión Europea presentara una propuesta renovada para reactivar las negociaciones comerciales, que incluye avances en áreas clave como derechos laborales, sostenibilidad, energía e inteligencia artificial.
Antes del anunció Trump, ya la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, lanzó una advertencia clara sobre el estado del comercio internacional, asegurando que los flujos comerciales nunca volverán a ser los mismos, incluso si se abren nuevas rondas de negociaciones arancelarias entre las principales economías del mundo.
“Si bien es bastante obvio que el comercio internacional nunca volverá a ser el mismo, también está bastante claro que habrá más negociaciones”, señaló
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