Como ya anunciábamos el pasado 2 de septiembre, Volkswagen se estaba planteando cerrar por primera vez en su historia una de sus fábricas. Algo histórico y a la vez muy llamativo, pero que nos hace estar alerta sobre cómo están las grandes empresas hoy en día en el mercado europeo. Pero ¿Por qué este bajón?
Las grandes franquicias de automóviles han invertido en los últimos años mucho dinero en crear los coches del “futuro”, o mejor dicho los coches eléctricos. La novedad creó un boom en el mercado, pero con el tiempo esa demanda ha bajado. Pocos puntos de carga para todos los coches eléctricos que hay, una autonomía mucho menor que la de un vehículo a gasolina o diésel y el elevado coste del coche han hecho que la sociedad europea no vea con buenos ojos este nuevo invento.
A todo esto, habría que sumarle la entrada de los fabricantes chinos en el motor europeo con modelos eléctricos mucho más baratos. Renault y Stellantis ya tuvieron que cambiar sus planes, es verdad que la intención de cerrar por parte de la matriz de Audi ha hecho saltar todas las alarmas. No es algo nuevo, Oliver Blume, consejero delegado de Volkswagen, ya lo avisaba el pasado lunes, “nuestros rivales están entrando en Europa”.
Todo esto viene de hace años, concretamente desde el 2018. La marca Volkswagen a través de Audi quiso competir con Tesla creando el Audi Q8 e-tron. Fue el primer modelo completamente eléctrico que creo la empresa alemana. Un software muy lejos de lo esperado y un precio cercano a los 80.000 euros. Este fue el primer varapalo de todos los que han ido llegando más tarde para la empresa de automóviles.
El llegar a plantearse cerrar alguna fábrica o despedir a trabajadores llama mucho la atención, no solo por lo impactante que es, sino porque el último director de Volkswagen que intentó despedir a gente acabó siendo cesado. Por lo tanto, el cierre de una fábrica podría ser el inicio de una guerra sin precedentes dentro de la empresa alemana.
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