Desde que BBVA lanzó la OPA sobre el Banco Sabadell, su objetivo principal ha sido claro: hacerse con la mayoría del capital y tomar control de la entidad. Ahora, en una nueva actualización del folleto registrado ante la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC), BBVA ha dejado claro que la oferta no se completará si no logra superar el umbral del 50,01% de las acciones. Esta decisión elimina la posibilidad de renunciar a esta condición, algo que el banco había dejado abierto anteriormente.
Las condiciones y planes de BBVA
El documento revisa las condiciones clave de la OPA, que incluyen la aceptación por parte del 50,01% del capital del Sabadell y la aprobación de las autoridades de competencia. A diferencia de lo habitual, donde las empresas se guardan la posibilidad de flexibilizar estas condiciones, BBVA asegura de manera tajante que no seguirá adelante si no cumple con el primer requisito.
La razón principal para alcanzar ese 50,01% es el control de la junta de accionistas, lo que permitiría a BBVA no solo fusionarse con Sabadell sino también tomar decisiones clave en la gestión de la entidad, aprovechando sinergias como el uso de una plataforma tecnológica común.
¿Y si no hay fusión entre BBVA y Sabadell?
BBVA también ha incluido un “plan B” en caso de que la fusión no sea aprobada por el Ministerio de Economía. Si la OPA tiene éxito, pero la fusión no se lleva a cabo, BBVA sigue viendo oportunidades significativas para mejorar la eficiencia operativa de ambas entidades, asegurando que la mayoría de las sinergias previstas seguirían realizándose, aunque con un plazo más largo de entre uno y dos años.
En ese escenario, los cambios se centrarían en la alta dirección y las áreas corporativas, con un cierre menos agresivo de sucursales de lo previsto inicialmente. Además, la solvencia de ambas entidades permitiría mantener las políticas de dividendos actuales, tanto para Sabadell como para BBVA.
La estrategia comercial y tecnológica
En cuanto a la estrategia comercial, Sabadell continuaría con su enfoque actual, pero con un mayor respaldo operativo y la coordinación con BBVA. Las mejoras operativas serían clave, y ambas entidades colaborarían en la integración de capacidades tecnológicas, lo que beneficiaría especialmente a sus clientes de banca corporativa, ofreciéndoles acceso a una gama más amplia de servicios y oportunidades a nivel global.
Riesgos y ajustes financieros
Un punto importante en esta nueva versión del folleto es la advertencia de que la OPA podría afectar ciertos indicadores clave de BBVA, como la ratio de capital CET1, el apalancamiento y la liquidez, debido a la falta de acceso a información detallada de Sabadell. Además, existe el riesgo de que BBVA sea percibido como una entidad de mayor importancia sistémica en el sistema financiero español, lo que podría llevar a exigencias regulatorias adicionales.
En términos financieros, BBVA ha reducido sus estimaciones del fondo de comercio negativo (badwill), es decir, la ganancia contable que resultaría de pagar menos por los activos de Sabadell que su valor contable. La cifra se ha ajustado a 672 millones de euros, bastante inferior a los 2.134 millones estimados en la primera versión del folleto.
Flexibilidad en las autorizaciones
BBVA también ha aclarado que, en caso de que la OPA se liquide antes de recibir todas las autorizaciones regulatorias, se reserva la opción de vender parte o la totalidad de su participación en Sabadell si las condiciones impuestas resultan demasiado gravosas. Esto le permite mantener flexibilidad en un escenario donde los reguladores no aprueben la concentración en los términos deseados.
El banco ha ido recibiendo aprobaciones clave, como las relacionadas con Bansabadell Mediación y Bansabadell Seguros, lo que allana el camino para la adquisición. Sin embargo, la autorización más importante, la de la fusión, aún está pendiente y será decisiva en los próximos meses.
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