El 2025 será un año clave para el ecosistema financiero en España, ya que los principales bancos del país, como CaixaBank, Santander y BBVA, se preparan para ofrecer criptoactivos a sus clientes. Con la entrada en vigor de la nueva regulación europea MiCa (Markets in Crypto-Assets) el próximo 1 de enero, la gran banca finalmente tiene el marco legal necesario para lanzar su oferta en un mercado que ha estado dominado hasta ahora por las fintech.
CaixaBank, el mayor banco del país, ultima los detalles de su oferta de criptomonedas. Sus 18 millones de clientes pronto podrán comprar activos digitales como bitcoin y ethereum directamente desde su plataforma bancaria. La entidad busca atraer a los jóvenes inversores interesados en tecnología e innovación, un perfil de cliente clave para este tipo de productos. Aunque aún no se ha decidido si su plataforma digital Imagin, que cuenta con 4,3 millones de usuarios, será la exclusiva en ofrecer criptos, está claro que el interés por estos activos digitales sigue creciendo.
La apuesta de CaixaBank sigue la línea de otros grandes competidores. Santander y BBVA también están afinando sus estrategias para el próximo año. Estos movimientos permitirán que, en conjunto, más de 31 millones de clientes en España puedan acceder a criptoactivos desde las apps de sus bancos tradicionales, una jugada que promete revolucionar el acceso a estas inversiones.
La estrategia cripto de CaixaBank con un enfoque regulatorio
Una de las principales preocupaciones de los bancos es cómo gestionar la alta volatilidad de las criptomonedas, que puede generar importantes pérdidas para los inversores. Para evitar reclamaciones y proteger a los clientes, las entidades están considerando introducir una especie de «test de idoneidad», similar a lo que exige la normativa Mifid para los fondos y la Bolsa. Esta prueba evaluaría si los inversores comprenden los riesgos antes de adquirir criptos. Otra opción, siguiendo el modelo del Reino Unido, es implementar un periodo de espera de 24 horas para que los clientes puedan reflexionar antes de hacer efectiva la inversión.
Además de estas medidas de protección, los bancos también están explorando cómo gestionar la custodia de estos activos. Mientras que gigantes como Santander, con su joint venture en depositaría Caceis, podrían optar por gestionar la custodia internamente, otras entidades más pequeñas como Unicaja han optado por alianzas estratégicas. Unicaja, por ejemplo, ha adquirido el 5% de la plataforma Bit2Me para desarrollar nuevos productos financieros.
Santander y BBVA ya tienen un pie en el mundo cripto
Aunque el 2025 marcará el inicio de la oferta masiva de criptoactivos para particulares, tanto Santander como BBVA ya tienen experiencia en el sector. Santander planea utilizar su banco digital Openbank para lanzar su oferta de criptos, sumando este servicio a los 13 productos negociados (ETP) que ya ofrece en la Bolsa alemana. Estos incluyen exposición a empresas relacionadas con el mundo cripto, como Coinbase y Nvidia, así como inversiones directas en criptoactivos como cardano.
BBVA, por su parte, ha estado operando con criptos desde 2021 a través de su filial en Suiza, y más recientemente en Turquía con su filial Garanti. El banco ofrece a sus clientes la posibilidad de invertir en bitcoin, ethereum y otras criptomonedas, aunque hasta ahora estaba dirigido principalmente a clientes de banca privada. Con la nueva regulación en marcha, BBVA expandirá estos servicios a sus 11 millones de clientes en España.
¿Todos los bancos se lanzarán a las criptos?
No todos los bancos se han lanzado a la carrera cripto. El Banco Sabadell ha decidido mantenerse al margen por el momento, y Bankinter, que había planeado lanzar una oferta a través de su filial digital Evo Banco, ha congelado sus planes. A pesar de ello, la tendencia está clara: la gran banca ve en las criptomonedas una oportunidad para diversificar su oferta y atraer a un nuevo perfil de inversores.
Con la CNMV tomando las riendas de la regulación y la entrada en vigor de MiCa, el panorama de inversión en criptoactivos en España está a punto de experimentar un cambio radical. Para 2025, los clientes de los principales bancos podrán acceder a estos activos con una mayor seguridad regulatoria y la confianza que aporta trabajar con entidades tradicionales.
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