Volkswagen, el gigante automotriz alemán, ha anunciado una serie de medidas drásticas para afrontar la crisis que atraviesa, agravada por la intensa competencia de fabricantes chinos y la caída de la demanda. La empresa cerrará al menos tres de sus diez plantas en Alemania y aplicará recortes salariales del 10% en las otras siete instalaciones. Este movimiento tiene como objetivo reducir costos y mejorar la rentabilidad en un escenario donde la industria automotriz alemana enfrenta una crisis sin precedentes.
Daniela Cavallo, jefa del comité de empresas y miembro del consejo de supervisión de Volkswagen, afirmó que esta decisión es definitiva y que las medidas no responden solo a negociaciones internas. Este miércoles, se espera que representantes de la empresa se reúnan con los sindicatos para iniciar las negociaciones de esta transición que afecta a cerca de 300,000 empleados en Alemania. Aunque la compañía aún no ha precisado el impacto total de los cierres en términos de empleo, Cavallo señaló que hay un consenso en cuanto a los problemas que enfrenta la industria, aunque las soluciones parecen aún distantes.
Esta decisión de cierre es inédita en la historia reciente de Volkswagen. Si bien a inicios de septiembre la empresa planteó el cierre de una planta en suelo alemán, lo que inicialmente parecía un ajuste aislado se ha convertido en una reestructuración a gran escala. El grupo enfrenta actualmente una mezcla de factores adversos, entre ellos los altos costos de transición hacia los vehículos eléctricos y un panorama macroeconómico complejo. La economía alemana está afectada por una recesión que el Bundesbank prevé se prolongará hasta 2024, con una contracción económica del 0,2% para este año y del 0,3% en el próximo.
Volkswagen baja sus ingresos en 2024
La presión para Volkswagen se intensifica a medida que sus proyecciones de ingresos para 2024 se han ajustado a la baja, con una previsión de ingresos de 320,000 millones de euros y un resultado operativo de 18,000 millones. A pesar de estos ajustes, la reacción en el mercado ha sido significativa, y la acción de Volkswagen ha acumulado una caída del 18% en lo que va de año.
En esta línea, el director financiero de Volkswagen, Arno Antliz, ya había anticipado en la última asamblea de accionistas la necesidad de ajustes profundos, mencionando que el grupo tenía “uno o dos años para cambiar las cosas.” La firma analista Jefferies estima que Volkswagen podría realizar provisiones de hasta 4,000 millones de euros para cubrir despidos, lo que se traduce en un recorte de hasta 15,000 puestos de trabajo. Este ajuste podría superar esa cifra ante el cierre de tres plantas.
Con esta estrategia, Volkswagen se prepara para una transformación crucial que busca posicionarla de nuevo en un contexto industrial en plena transformación y frente a la competencia feroz de fabricantes internacionales, especialmente en el sector de vehículos eléctricos y sostenibles.
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