La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado un paso cauteloso ante la propuesta de OPA que BBVA ha lanzado sobre el Banco Sabadell. Aunque inicialmente se esperaba una aprobación en la primera fase, el organismo ha decidido extender el análisis a la llamada «Fase 2», lo que implica un escrutinio más detallado y la participación de terceros interesados. En este escenario, las partes involucradas podrán presentar alegaciones, y el proceso puede prolongarse al menos tres meses.
Esta extensión de plazos puede poner en jaque la operación, especialmente porque BBVA contaba con una aprobación más rápida, similar a la metodología aplicada en la reciente fusión de CaixaBank y Bankia. Según El Economista, las complejidades que plantea esta transacción para el equilibrio en el mercado y la presión de varias asociaciones empresariales han llevado a la CNMC a cuestionar si esta OPA realmente protegería la competencia en el sector, en particular en regiones como Cataluña y Valencia.
Discrepancias dentro de la CNMC y posibles compromisos de BBVA
La decisión no ha sido unánime dentro de la CNMC: algunos expertos piensan que bastaría con condicionar la OPA en ciertos segmentos, como el de los terminales de puntos de venta (TPVs), donde Sabadell tiene una posición dominante. Sin embargo, otros creen que el carácter hostil de la operación y el rechazo de entidades como el Gobierno o Pimec, la patronal de pymes de Cataluña, ameritan un análisis exhaustivo.
BBVA, por su parte, ha planteado posibles cesiones y compromisos para facilitar la aprobación, incluyendo el mantenimiento de condiciones en ciertos productos y servicios, similar a las medidas que CaixaBank y Bankia adoptaron para no perjudicar a sus clientes en localidades sin competencia bancaria.
El mercado: cada vez más concentrado y con riesgos de monopolio
Una de las principales preocupaciones es la alta concentración del mercado, especialmente en Cataluña y Valencia. La CNMC teme que si esta operación sale adelante, junto con CaixaBank y Santander, el nuevo conglomerado controle casi el 75% del crédito y el 65% de los activos financieros en España, sin olvidar que más del 80% de las sucursales en estas comunidades estarían en manos de los tres grandes bancos.
La Autoritat catalana de la Competència (ACCO) ya advirtió en mayo que una fusión de esta magnitud supondría un riesgo para la competencia en Cataluña, región donde CaixaBank, BBVA y Sabadell son actualmente los principales actores.
Temores de impacto en el financiamiento a pymes
La posible desaparición de Sabadell como entidad independiente preocupa especialmente a las pymes, uno de sus principales sectores de clientes. La patronal Pimec estima que esta fusión podría disminuir en 54.000 millones de euros la disponibilidad de crédito en Cataluña, algo que afectaría gravemente a los pequeños negocios y a la economía local. Otras asociaciones, como Foment en Cataluña y la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana, han solicitado a la CNMC que examine a fondo la operación para evitar que este riesgo se materialice.
Futuro incierto para la OPA
Para BBVA, obtener una aprobación rápida era clave, pero con esta revisión a fondo de la CNMC en la Fase 2, la operación podría retrasarse más de lo previsto. Y aunque la CNMC no tiene la última palabra para activar la OPA, el banco considera esta aprobación como esencial. Así que ahora, BBVA y Sabadell tendrán que esperar el resultado de un análisis que, como ellos mismos han visto, se está complicando.
© Reproducción reservada