Volkswagen ha presentado sus resultados financieros justo dos días después de anunciar el cierre de tres fábricas en Alemania, reflejando las preocupaciones que enfrenta la compañía. En el tercer trimestre, el fabricante alemán reportó una caída del 64% en sus beneficios, con ingresos de 2.860 millones de euros, muy por debajo de los 3.890 millones que anticipaban los analistas. Además, el margen operativo se desplomó hasta el 3,8%, marcando la cifra más baja desde la pandemia de COVID-19 y una de las menores en la historia de la empresa. A pesar de estos resultados negativos, el mercado ha respondido con un leve repunte del 2,5% en las acciones de Volkswagen, enfocándose en el futuro y los planes de recorte.
Las cifras no solo evidencian una disminución en la rentabilidad por modelo, sino que también las ventas cayeron un 8,3% en todos los segmentos, excepto en la marca principal, que a pesar de registrar un incremento en las ventas acumuladas del año, no logró mantener márgenes satisfactorios. Las entregas a clientes se situaron en 6,5 millones de unidades, un 2,8% menos en comparación con el año anterior, aunque la cartera de pedidos en Europa occidental creció un 27% en el tercer trimestre.
Arno Antlitz, CFO de Volkswagen, afirmó que los resultados «reflejan un entorno complejo«, lo que subraya la necesidad de cumplir con los programas de reducción de costos que se han implementado en el grupo. A pesar de los desafíos, Antlitz expresó su optimismo al señalar que «esperamos un cuarto trimestre más sólido«.
Volkswagen cerrará tres de sus diez fábricas en Alemania
En una sorprendente declaración, Daniela Cavallo, jefa del comité de empresas, anunció que Volkswagen cerrará tres de sus diez fábricas en Alemania y reducirá los salarios en un 10%. Esta medida es histórica, ya que la compañía nunca había cerrado una planta en su país y se había comprometido desde 1995 a no despedir a empleados en la región hasta, al menos, 2029.
Con aproximadamente 300,000 trabajadores en sus fábricas, la compañía se prepara para una ronda de despidos masiva. Aunque no se han divulgado cifras exactas, Jefferies ha estimado que Volkswagen podría provisionar 4,000 millones de euros para cubrir despidos, lo que podría traducirse en la pérdida de 15,000 empleos. Esta cifra se previó inicialmente con la posibilidad de cerrar entre una y dos fábricas, y ahora, con el cierre de tres plantas, se espera que el número de despidos aumente aún más.
Se espera que las negociaciones entre sindicatos y la empresa comiencen este miércoles, donde se revelarán más detalles sobre las drásticas decisiones que se están tomando. Volkswagen es consciente de que debe actuar rápidamente para abordar lo que ya se considera una crisis histórica, que podría escalar a problemas más serios si no se implementan cambios significativos.
El sector automotriz en su conjunto enfrenta un triple desafío: la competencia de modelos chinos que ha reducido la rentabilidad, la caída de la demanda debido a un entorno de mayores tasas de interés e inflación, y la transición hacia vehículos eléctricos que conlleva costos más elevados en un contexto de IPC en aumento. Además, la economía alemana se encuentra en una encrucijada, con el Bundesbank advirtiendo sobre una recesión en 2024, proyectando una contracción del 0,2%. Esto implicaría dos años consecutivos de retroceso económico para la «locomotora de Europa».
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