El sector europeo de bienes deportivos encara un 2025 marcado por la incertidumbre. La volatilidad del consumo y los aranceles de Estados Unidos impulsados por la administración Trump han tensionado la cadena global de suministro, erosionado márgenes y generado dudas sobre la evolución del mayor mercado mundial. En este escenario, JP Morgan traza una línea divisoria entre compañías que saben adaptarse y otras que lidian con la debilidad estructural del sector.
Adidas mantiene una recomendación de “sobreponderar”, aunque el banco recorta su precio objetivo a 236 euros por acción, frente a los 250 anteriores. La entidad advierte de la necesidad de encontrar un nuevo motor de crecimiento tras el éxito de la línea Terrace (Samba, Gazelle y Spezial). El potencial, según sus analistas, podría venir del running y el apparel, acompañado de una gestión más disciplinada y una mejor estructura de costes. Pese a caer un 30% en lo que va de año, JP Morgan cree que la acción ofrece un atractivo binomio riesgo-retorno.
La suiza On también recibe una recomendación de “sobreponderar”, con un precio objetivo inalterado en 71 dólares. Aunque sus títulos han retrocedido un 25% en tres meses, los analistas consideran que las dudas son exageradas y confían en la fortaleza del producto y en la expansión en China como palancas de crecimiento.
Más sombrío es el diagnóstico sobre Puma, que baja a “infraponderar”, con un objetivo de 16 euros (desde 21). El banco valora la reestructuración iniciada por Arthur Hoeld, pero advierte de que la ejecución será larga y compleja, recordando que en 2013 la firma tardó cinco años en recuperar beneficios.
Por su parte, JD Sports se queda en “neutral”, con un precio objetivo de 0,90 libras. La británica busca mejorar márgenes tras un ciclo de adquisiciones, aunque los aranceles en EE. UU. y el consumo más débil plantean riesgos.
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