Joachim Nagel, presidente del Bundesbank, ha lanzado una advertencia seria para la economía alemana: si Donald Trump llega a aplicar su plan de aranceles en un hipotético segundo mandato, Alemania podría ver reducido su PIB en un 1%. “Si estos aranceles se ejecutan, podría costarnos un 1% del PIB”, afirmó Nagel en una entrevista para Die Zeit. En un contexto en el que la economía alemana está estancada, este golpe sería aún más grave: Nagel prevé que Alemania cierre 2023 sin crecimiento y que en 2024 apenas avance un 1%, incluso sin considerar las nuevas políticas comerciales de EE. UU.
Trump, durante su campaña, dejó clara su intención de aplicar un arancel del 60% a las importaciones chinas, además de imponer un 20% a productos de otros países. Este plan arancelario golpearía con fuerza a la economía alemana, una de las más dependientes de las exportaciones.
A la tensión arancelaria se suma la crisis política interna de Alemania. El gobierno de coalición de Olaf Scholz parece estar en una situación cada vez más frágil, y todo apunta a que habrá nuevas elecciones en febrero de 2025. Esto dejaría al país en un escenario de parálisis política justo cuando más necesita estabilidad, con la economía en un delicado equilibrio.
El BCE bajo presión y los riesgos globales
Nagel también abordó el manejo de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE). Rechazó las críticas sobre una supuesta lentitud en los ajustes y advirtió que las presiones inflacionistas todavía son fuertes, impulsadas principalmente por las subidas salariales en el sector servicios. Desde Francia, el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, compartió su preocupación sobre los efectos que un segundo mandato de Trump podría tener en la economía global.
Alemania baja las previsiones de crecimiento
Para complicar más el panorama, el Consejo Alemán de Expertos Económicos, conocido como los “Cinco Sabios”, ha rebajado sus previsiones para Alemania. Según su informe, el crecimiento para 2024 pasará de un modesto 0,2% a un -0,1%, y el de 2025, del 0,9% al 0,4%. La “locomotora europea” parece haber perdido velocidad, y según el informe, el PIB proyectado para 2024 estará un 5% por debajo de las expectativas que se tenían en 2019.
Los problemas estructurales también juegan en contra. A pesar de la recuperación de los ingresos tras la inflación, el consumo sigue siendo débil, y el ahorro se mantiene alto. Alemania pierde competitividad industrial frente a otros países, y la productividad laboral también va a la baja.
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