La aseguradora británica Aviva cerró la adquisición de Direct Line, operación valorada en 3.700 millones de libras (unos 4.311 millones de euros), consolidando una de las mayores integraciones en el sector asegurador del Reino Unido en los últimos años.
Esta compra, anunciada en diciembre de 2023, contempla un recorte de entre el 5% y el 7% de la plantilla conjunta, lo que afectará a unos 2.300 empleados.
La operación se estructura mediante el pago de 129,7 peniques (1,51 euros) por acción en efectivo, la entrega de 0,2867 acciones de Aviva por cada título de Direct Line y un dividendo adicional de hasta 5 peniques (0,06 euros) previo al cierre.
Tras la fusión, los accionistas de Aviva poseerán aproximadamente el 87,5% de la nueva sociedad, mientras que los de Direct Line controlarán el 12,5% restante.
Los planes de Aviva
La consejera delegada de Aviva, Amanda Blanc, destacó que la unión “reúne algunas de las marcas de seguros más conocidas y admiradas del país, así como a personas brillantes que atenderán mejor las necesidades de nuestros 20 millones de clientes en Reino Unido”.
Además, subrayó que esta adquisición “acelera nuestra estrategia de crecimiento de capital ligero y nos coloca en una muy buena posición para ofrecer retornos potentes a los accionistas”.
La compañía prevé alcanzar sinergias de costes anuales de al menos 125 millones de libras (145,7 millones de euros) antes de impuestos para el tercer año posterior a la integración.
Para lograr este objetivo, Aviva estima gastos únicos de integración por 250 millones de libras (291,3 millones de euros), con el 75% ejecutado en los dos primeros años.
El plan contempla racionalizar estructuras operativas, eliminar duplicidades tecnológicas y reducir funciones superpuestas en servicios centrales y dirección.
A este esfuerzo se sumarán las iniciativas de ahorro ya en marcha por parte de Direct Line, que prevé recortar 100 millones de libras (116,5 millones de euros) en costes para finales de 2025.
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