Business InsiderEl segmento de banca privada de BBVA apostará por la bolsa de Estados Unidos y la renta fija europea, según anunció en su presentación de perspectivas económicas para 2025.
Los especialistas de la entidad financiera consideran que esto les permitirá “combatir la inflación sin asumir grandes riesgos, incluso para los perfiles más conservadores, siempre que se mantenga la estabilidad de los precios»
Álvaro Manteca, responsable de análisis y estrategia de Banca Privada de BBVA, destacó que el rendimiento positivo de los activos de riesgo y las Bolsas dependerá de un crecimiento económico global sólido.
En este sentido, Estados Unidos se perfila como líder en renta variable, mientras que Europa enfrenta obstáculos estructurales y cíclicos que limitan su potencial.
Roberto Hernanz, responsable de mercados de la firma, señaló que la incertidumbre inflacionaria y fiscal podría mantener elevados los tramos largos de la curva de tipos en Estados Unidos.
En Europa, sin embargo, los tramos cortos y medios ofrecen perspectivas más atractivas.
Las estimaciones de BBVA
De acuerdo con sus estimaciones, las divisas estarán marcadas por el diferencial de crecimiento económico entre Estados Unidos y Europa, favoreciendo al dólar en el corto plazo.
Aun así, factores como el entorno geopolítico y las políticas arancelarias representan retos importantes para los mercados globales.
«2025 será un año de retos y oportunidades, marcado por la recuperación económica y las divergencias regionales; los mercados financieros ofrecen perspectivas favorables, pero los riesgos geopolíticos y las dinámicas inflacionarias requerirán una vigilancia constante», dijo la entidad.
Rafael Doménech, director de análisis económico de BBVA Research, prevé un crecimiento mundial superior al 3% en 2025.
Economías emergentes como India y China liderarán este repunte, con tasas de crecimiento del 6% y más del 4%, respectivamente.
En contraste, estiman que la eurozona mostrará un crecimiento más limitado, alcanzando apenas el 1%, con Alemania como el punto más débil frente a economías como España y Estados Unidos, que crecerán por encima del 2%.
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