BBVABBVA anunció la puesta en marcha de un plan estratégico para fortalecer su seguridad digital ante los desafíos que plantea la computación cuántica.
Esta tecnología, con su capacidad para procesar información a velocidades inalcanzables para los ordenadores tradicionales, supone tanto una oportunidad como un riesgo para el sector financiero, especialmente en el ámbito de la ciberseguridad.
La creciente potencia de los ordenadores cuánticos podría comprometer los algoritmos criptográficos actuales, poniendo en peligro la seguridad de las transacciones financieras, las comunicaciones y la integridad de los datos.
Para hacer frente a esta amenaza, BBVA diseñó una estrategia integral que garantizará una transición segura hacia un entorno digital más protegido.
«El futuro de la ciberseguridad requiere anticipación y capacidad de adaptación. En BBVA, estamos liderando esta transformación para garantizar que nuestros clientes operen con la máxima seguridad en la era digital», destaca Miguel Jiménez, responsable del proyecto Quantum Safe, a través de un comunicado.
¿Cómo funciona el plan del BBVA?
Como parte de este plan, el banco gestionará de manera centralizada todos los elementos criptográficos de su infraestructura, asegurando que cada uno de ellos se encuentre identificado y supervisado.
Además, implementará una arquitectura flexible que permitirá actualizar las propiedades criptográficas sin afectar el funcionamiento de los sistemas, lo que facilitará la adaptación a las nuevas exigencias tecnológicas.
Paralelamente, reforzará el cumplimiento normativo mediante la creación de un modelo de gobierno criptográfico que garantice la alineación con la regulación vigente y futura en materia de ciberseguridad.
El banco desarrolló también una innovadora herramienta de inventario criptográfico que le permitirá mapear y actualizar sus mecanismos de encriptación de manera eficiente, asegurando que su seguridad evolucione al mismo ritmo que los avances tecnológicos.
Esta iniciativa se enmarca dentro de las directrices establecidas por el National Institute of Standards and Technology (NIST), que lidera el desarrollo de nuevos estándares criptográficos resistentes a la computación cuántica.
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