Tras un año de intensas negociaciones y expectativas, el proceso de opa lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell entra en su recta final. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) podría emitir su dictamen esta misma semana, en una decisión clave que marcará el futuro del sector financiero español.
El BBVA, presidido por Carlos Torres, ya ha constituido un equipo específico para la integración de Sabadell, anticipándose a un posible visto bueno de las autoridades. Por su parte, el banco liderado por Josep Oliu mantiene abierta la puerta a otras alternativas, como una eventual fusión con Abanca y Unicaja, en caso de que la operación no prospere o se complique.
La CNMC ha programado dos reuniones esta semana: una el lunes 28 de abril, justo antes de que BBVA publique sus resultados trimestrales, y otra el miércoles 30, para terminar de definir su postura. Aunque se espera que el organismo presidido por Cani Fernández dé luz verde a la operación, podría imponer compromisos para proteger la competencia en sectores como el crédito a pymes y los terminales de punto de venta (TPVs).
En sus propuestas, BBVA se ha comprometido a mantener ciertas condiciones durante al menos tres años, aunque en el segmento de pymes la CNMC podría exigir una extensión de hasta cinco años. Sin embargo, no se prevén obligaciones de desinversión, lo que favorece las posibilidades de que la opa siga adelante.
Una vez la CNMC se pronuncie, la operación deberá ser revisada por el Ministerio de Economía, que tendrá 15 días para decidir si la eleva al Consejo de Ministros, donde podría plantearse un veto bajo criterios como la cohesión territorial o la inclusión financiera, cuestiones que el Gobierno ha mencionado en sus críticas públicas a la operación.
Superado este paso, la CNMV deberá aprobar el folleto de la opa y se abrirá el plazo de aceptación por parte de los accionistas de Sabadell. Si BBVA logra alcanzar el 50% del capital, podrá proceder a la fusión por absorción de Sabadell, escenario que considera prioritario para maximizar las sinergias estimadas en 850 millones de euros anuales.
Mientras tanto, tanto BBVA como Sabadell ultiman sus estrategias para afrontar los distintos escenarios que puedan surgir en los próximos días.
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