Aunque la banca online está en auge, las sucursales físicas siguen siendo importantes, o eso parece, viendo lo que está pasando en Roma y Berlín. Hace una semana, UniCredit, uno de los grandes de Italia, dio un paso adelante para aumentar su participación en Commerzbank, el banco alemán. Desde entonces, los políticos de ambos países están analizando cómo puede afectar este movimiento en sus territorios. Al principio, el gobierno alemán, dirigido por Olaf Scholz, dijo un «no» rotundo a la operación, pero ahora el gobierno italiano, liderado por Giorgia Meloni, también tiene sus dudas.
Lo que más preocupa a Italia es que UniCredit pueda trasladar su sede principal a Alemania, aunque el banco ya ha dicho que no tiene intención de hacerlo. A pesar de eso, los rumores en Roma dicen que podrían estar pensando en tener dos sedes: una en cada país. Matteo Salvini, el viceprimer ministro italiano, ha sido bastante claro: «Está bien, siempre que Italia no salga perjudicada y UniCredit no cierre oficinas ni se mueva a Alemania. Eso es lo que me importa como italiano». Además, el gobierno italiano ha dejado caer que cualquier cambio en la propiedad o fusión de UniCredit tendrá que pasar por su visto bueno.
Si al final UniCredit y Commerzbank llegaran a fusionarse completamente (algo que UniCredit ha negado varias veces recientemente), el grueso del negocio estaría en Alemania. Los préstamos a clientes alemanes representarían el 56% del total de la nueva entidad, frente al 31% actual que tiene UniCredit con su banco local HVB.
Por otro lado, el ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, ya ha tenido charlas con su homólogo italiano, Giancarlo Giorgetti, dejando claro que Alemania no está muy convencida de los planes de UniCredit.
¿Qué dice el BCE?
Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), también ha hablado sobre el tema, aunque sin mencionar específicamente a UniCredit. Dijo que las fusiones bancarias transfronterizas, las que crean entidades europeas grandes y fuertes que puedan competir con los bancos de EE. UU. o China, son positivas. “Las fusiones transfronterizas que generan bancos más grandes y ágiles tienen muchos beneficios”, comentó Lagarde en el Parlamento Europeo.
Aun así, también advirtió que no están libres de riesgos, y que es responsabilidad de las empresas analizar si esa operación tiene sentido. Lagarde dejó claro que el BCE revisaría cualquier fusión, incluida la de UniCredit si se llega a proponer, con total imparcialidad y cumpliendo las normativas de la UE.
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