GettyImagenBinance, considerado el mayor exchange de criptomonedas a nivel global, ha puesto en marcha una nueva herramienta destinada a sus clientes en Europa, que permitirá retirar fondos directamente a tarjetas Mastercard a través de la conversión de criptoactivos.
La medida busca ofrecer mayor flexibilidad y rapidez en el acceso al dinero procedente de operaciones con monedas digitales, según informó la compañía en un comunicado.
El nuevo servicio ofrece dos posibilidades: vender criptomonedas y transferir el saldo fiat resultante a una tarjeta Mastercard, o bien retirar un saldo fiat ya existente directamente a dicha tarjeta.
La funcionalidad está limitada exclusivamente a tarjetas Mastercard elegibles, precisó la empresa.
«Las nuevas funciones de Vender a Tarjeta y Retirar a Tarjeta simplifican y agilizan la experiencia del usuario, facilitando como nunca antes la retirada de fondos procedentes de criptomonedas», destacó Thomas Gregory, vicepresidente de Servicios Fiat de Binance.
La compañía asegura que ambas opciones reducen los pasos necesarios para convertir activos digitales en dinero tradicional y lo describen como una alternativa «rápida, sencilla y segura».
Además, estas posibilidades se suman a los canales ya disponibles, como transferencias bancarias y otros métodos de retiro.
La propuesta de Binance
Binance continúa así ampliando su oferta de servicios en un entorno europeo donde los reguladores mantienen un creciente escrutinio sobre el sector de los criptoactivos.
En este contexto, la mejora de la experiencia de usuario y la diversificación de las vías de conversión de criptomonedas a dinero fiduciario representan una estrategia clave para fidelizar clientes y atraer a nuevos usuarios interesados en soluciones ágiles.
Con esta incorporación, la plataforma no solo refuerza su posición como líder de mercado, sino que también responde a una demanda recurrente de los usuarios: la posibilidad de acceder a sus fondos de forma casi inmediata, sin necesidad de intermediarios adicionales.
El lanzamiento supone un paso más en la integración de las criptomonedas con el sistema financiero tradicional, en un momento en el que la adopción de estos activos sigue en expansión.
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