La Comisión Europea propuso reformar del marco regulatorio bancario centrada en flexibilizar los requisitos para conceder préstamos y fomentar el desarrollo de titulizaciones financieras, una herramienta clave para canalizar más crédito hacia hogares y empresas en la Unión Europea.
El llamado “paquete de titulización bancaria” busca reforzar la estabilidad financiera del bloque al tiempo que dinamiza la inversión, explicó el organismo a través de un comunicado.
Según la Comisión, el objetivo es establecer un marco «más simple y fuerte» que elimine barreras innecesarias y permita a las entidades bancarias diversificar riesgos y ampliar su capacidad crediticia.
La reforma plantea una reducción de los requisitos de capital para las titulizaciones consideradas de bajo riesgo, así como un alivio en los controles exigidos a los inversores y una simplificación en las exigencias de información.
Esto se traduciría en un menor umbral de capital que los bancos deben mantener para estas operaciones, facilitando la liberación de recursos para nuevos préstamos.
Además, la Comisión Europea introduce normas específicas para los participantes en las operaciones de titulización, con el propósito de reducir los elevados costes operativos tanto para emisores como para inversores.
La propuesta de los préstamos
Este movimiento forma parte del camino hacia la creación de una Unión de Ahorro e Inversiones, concepto impulsado por el exprimer ministro italiano Enrico Letta y vinculado con el desarrollo de una verdadera Unión de Mercados de Capitales, considerada estratégica para fortalecer la competitividad de la UE frente a otras grandes economías.
La titulización permite a los bancos agrupar hipotecas o préstamos en paquetes financieros que luego se venden a inversores.
Esta técnica permite liberar capital en los balances bancarios y distribuir el riesgo de crédito más allá del sistema bancario.
No obstante, el uso excesivo y desregulado de estos instrumentos fue uno de los factores detonantes de la crisis financiera de 2007.
La venta de hipotecas basura empaquetadas como activos seguros provocó un colapso en los mercados, lo que derivó en una oleada de reformas regulatorias más estrictas.
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