BYDEste lunes, el Gobierno de Canadá, dirigido por el primer ministro Justin Trudeau, anunció la imposición de aranceles del 100% sobre los vehículos eléctricos de batería fabricados en China que se importen al país. Esta decisión alinea a Canadá con Estados Unidos y la Unión Europea, y viene acompañada de un impuesto del 25% sobre el acero y el aluminio provenientes del gigante asiático, con el objetivo de proteger a los productores nacionales.
Los sectores del acero, el aluminio y la industria automotriz son cruciales para la economía canadiense. Según datos del Ejecutivo de Trudeau, la fabricación de vehículos genera 125.000 empleos en el país, mientras que las industrias del acero y el aluminio aportan otros 130.000 puestos de trabajo.
El Gobierno canadiense argumenta que los fabricantes chinos de vehículos eléctricos se benefician de subsidios estatales que crean una competencia desleal. En un comunicado, el Gobierno acusó a China de emplear políticas y prácticas injustas que, según dicen, amenazan a los trabajadores y empresas canadienses y afectan la prosperidad económica a largo plazo del país.
Los nuevos aranceles a los vehículos eléctricos chinos entrarán en vigor el 1 de octubre de 2024 e incluirán automóviles de pasajeros, camiones, autobuses, furgonetas de reparto eléctricos y algunos híbridos. Además, un arancel adicional del 6,1% se sumará al que ya se aplica a estos vehículos. Por otro lado, el impuesto sobre el acero y el aluminio chino comenzará el 15 de octubre de 2024.
Esta medida canadiense sigue a políticas similares adoptadas por Estados Unidos y la Unión Europea. El sector automotriz canadiense está fuertemente vinculado al de Estados Unidos, ya que la mayor parte de la producción de vehículos ligeros se exporta allí. Los aranceles canadienses coinciden con los de Estados Unidos y son más altos que los que aplica la Unión Europea.
A principios de julio, la Unión Europea aprobó aranceles provisionales que oscilan entre el 17,4% y el 37,6% según el fabricante, además del 10% que ya se aplicaba. Recientemente, se han propuesto reducciones leves en estos aranceles y un posible adicional del 9% para los vehículos de Tesla fabricados en China.
Además, el Gobierno canadiense llevará a cabo una segunda consulta de 30 días para considerar la imposición de aranceles adicionales a otros sectores clave como baterías, semiconductores, productos solares y minerales esenciales. También se planea restringir los incentivos para vehículos eléctricos y otros programas similares a productos fabricados en países con los que Canadá haya firmado acuerdos de libre comercio.
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