Después de cerrar la venta de sus filiales en Noruega y Reino Unido, y con el tema de la ‘marcha atrás’ de Criteria aún en el aire, Celsa no tiene prisa para mover ficha con su acerera en Polonia. La siderúrgica, con sede en Castellbisbal (Barcelona), ve la planta de Ostrowiec como una pieza clave para la reconstrucción de Ucrania una vez termine la guerra, por lo que aplaza cualquier operación corporativa hasta el fin del conflicto, dado el valor que puede ganar esta división.
Fuentes cercanas explican que el grupo, controlado por fondos como SVP y Attestor, ya rechazó varias ofertas por el activo durante la segunda mitad del año pasado, porque ninguna alcanzó los 800 millones de euros que la firma pedía. Las propuestas llegaron de grupos europeos y hubo negociaciones con Emirates Steel, propiedad del fondo soberano emiratí ADQ.
Celsa una opción muy atractiva
De hecho, la filial polaca era la más atractiva de las tres unidades de negocio puestas al mercado, pero el contexto no parecía adecuado para vender. Además, Polonia ha empezado a recibir fondos europeos para proyectos de construcción en 2025, lo que aumentará la demanda local de acero y puede revalorizar la planta.
El sector del acero en Europa está en la parte baja del ciclo, con baja demanda interna y competencia de acero barato proveniente de China, Indonesia o Turquía, lo que fuerza a bajar precios frente al producto europeo, más exigente en materia medioambiental.
Según datos de 2023, Celsa Huta Ostrowiec facturó 754 millones de euros y produjo 950.000 toneladas, siendo la filial extranjera con mayor capacidad del grupo. La división empleaba a 1.936 personas entre trabajadores propios y subcontratados.
Cuando los fondos tomaron el control en otoño de 2023, descubrieron una deuda de 392 millones de euros con una cláusula que activaba una resolución por cambio de propietarios. Las entidades bancarias aplicaron esta cláusula, y los inversores, liderados por SVP, tuvieron que inyectar otros 400 millones, algo no contemplado en el plan original.
Busca una venta del 20% del capital
Mientras la venta de la filial polaca sigue en pausa, y las filiales de Reino Unido y Noruega ya fueron vendidas a Sev.en investments, lo que más urge en Celsa es la venta de un 20% del capital a un inversor nacional. El acuerdo con Criteria parecía cerrado hace un mes, pero la operación está ahora en “fase de estudio” tras la salida del ex CEO Ángel Simón.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, veían en Criteria la solución para este problema, pero la operación siempre fue algo extraña: Celsa no es una empresa con una política de dividendo atractiva para Criteria, que invierte con el fin de nutrir la obra social de la Fundació La Caixa. Además, el ciclo del acero está en un momento complicado.
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