Cirsa se tira a la piscina del parqué. Después de más de dos años dándole vueltas, la compañía española de juego propiedad del fondo estadounidense Blackstone ha confirmado este miércoles que saldrá a bolsa con un objetivo muy claro: recaudar 460 millones de euros para seguir creciendo a lo grande y aligerar su mochila de deuda.
El plan pasa por captar 400 millones mediante nuevas acciones, a lo que se suman otros 60 millones a través de una oferta secundaria. Esta última se usará para cubrir impuestos y gastos derivados de la reestructuración de las participaciones del equipo directivo. Aunque no hay fecha exacta, el debut bursátil está previsto para julio.
Menos deuda, más músculo financiero para Cirsa
La operación permitirá a Cirsa quedarse con unos 375 millones netos, que usará para reducir su apalancamiento financiero. El objetivo es pasar de un ratio deuda/ebitda de 3,3x a 2,7x. Nada mal si lo que buscan es atraer a inversores más tranquilos. La venta se realizará a través de la sociedad luxemburguesa LHMC Midco, y beneficiará indirectamente a empleados y directivos actuales y pasados.
Un equipo de cracks para sacar esto adelante
En la colocación participan nombres de peso: Barclays y Morgan Stanley como coordinadores globales, con BBVA, Jefferies, Mediobanca, Société Générale y UBS como colocadores. También se suman Alantra, BTIG, Renta 4 y Rothschild como co-colocadores. Vamos, que el equipo es de Champions.
El presidente ejecutivo, Joaquim Agut, no escondía su entusiasmo:
“Este anuncio es un hito para una compañía que empezó en Terrassa en 1978 y ahora opera en 11 países, solo donde el juego está regulado.”
Su CEO, Antonio Hostench, apuntó que la salida a bolsa es clave para impulsar nuevos proyectos y seguir consolidando su liderazgo global.
Cartera abierta para comprar y repartir dividendo
Cirsa no se esconde: quiere acelerar el crecimiento y no va a escatimar en compras. Tiene previsto invertir entre 400 y 500 millones en adquisiciones durante los próximos dos años. Y todo eso, tirando de la generación de caja propia. Ejemplos recientes son la compra de Apuesta Total en Perú y el Casino de Portugal.
También deja caer que, si todo va bien, repartirá dividendos a partir de 2026, sobre los resultados de 2025. Su idea es tener una política “prudente”, con un pay-out del 35% del beneficio neto ajustado. Ojo, que en 2024 ganó 12,6 millones, un bajón del 84% respecto a 2023 por culpa de los costes financieros de su deuda.
Blackstone ya había movido ficha antes
Antes de este anuncio, en marzo, Blackstone lanzó una emisión de bonos de 600 millones vía LHMC Finco 2, para cancelar una emisión anterior de 327 millones. Los 273,1 millones restantes los metió directamente en Cirsa, que los usó para cancelar otros bonos y pagar deudas. Eso ayudó a recortar su ratio de deuda a 3,3x ebitda, allanando el terreno para esta operación bursátil.
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