Commerzbank aumenta la presión: advierte que una caída en manos de Unicredit sería «peligrosa» para Alemania

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Después de un tiempo de dudas sobre quién tendrá el control de Commerzbank, la situación se va aclarando. El propio banco alemán ha dejado claro que no está a favor de que Unicredit se sumerja en sus operaciones. Según informa el Financial Times, la dirección de Commerzbank ha advertido al gobierno alemán que una fusión con la entidad italiana podría poner en riesgo a las empresas clave que sostienen la economía germana. 

Alemania, además de sus grandes corporaciones, también cuenta con una sólida base de medianas y pequeñas empresas que son vitales para su tejido industrial. Commerzbank ha señalado que esta unión podría dificultar el acceso al crédito de estas empresas, y por eso ha instado a que no se lleve a cabo la operación. Cabe recordar que el gobierno alemán es el mayor accionista del banco y su aprobación es crucial para cualquier fusión. 

Para entender el peso de esta posición, hay que recordar que hace diez años, Alemania rescató a Commerzbank durante la crisis financiera, lo que le permitió acumular un 16,5% de su capital. En septiembre, tras una primera venta masiva de acciones por parte del gobierno, Unicredit sorprendió al adquirir el 9% de Commerzbank. Esto intensificó la tensión, ya que la firma italiana se colocó justo detrás del 12% que todavía tiene Berlín. 

Las acciones de Commerzbank bajan un 5%

Como consecuencia de estos temores, el gobierno ha decidido suspender temporalmente la venta de acciones, expresando que necesitan evaluar cuidadosamente los próximos pasos para garantizar la independencia de Commerzbank. La reacción en el mercado no se ha hecho esperar, y las acciones de Commerzbank han caído un 5%, reflejando la incertidumbre sobre el futuro de la fusión. 

Deutsche Bank también está en alerta y ha comenzado a considerar formas de reforzar su capital para evitar que Unicredit se convierta en un gran rival en su mercado local. Por su parte, Unicredit ha respondido a las preocupaciones de Berlín, argumentando que su modelo de negocio es «paneuropeo» y que una fusión sería beneficiosa para las pymes alemanas. 

A pesar de su apoyo a mercados abiertos en Europa, Berlín enfatiza la importancia de proteger su economía local. La preocupación radica en que, si el control de Commerzbank queda en manos de un operador extranjero, esto podría afectar el acceso al crédito en caso de crisis, como sucedió durante la pandemia de COVID-19. 

En este sentido, Alemania teme que se repita la historia de la fusión con Dresdner Bank, que resultó en un periodo de inestabilidad. La combinación de ambas entidades podría desviar la atención de Commerzbank hacia una recalibración de su negocio, poniendo en riesgo no solo a sus clientes alemanes, sino también a sus trabajadores. 

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