El mapa del súper en la Comunidad Valenciana tiene dos protagonistas muy claros: el verde de Mercadona y el naranja de Consum. Juntas dominan más de la mitad de la cuota de mercado alimentario en la región. Pero mientras Mercadona sigue a su ritmo de gigante, Consum ha ido construyendo, paso a paso, una historia de éxito bastante épica.
Este año, la cooperativa cumple 50 años y lo hace rozando los 1.000 supermercados y con más de 100 millones de euros de beneficio por segundo año consecutivo. No está nada mal para una empresa que, en 2004, rompió con Eroski y se lanzó a volar sola, contra todo pronóstico.
De «pez chico» a supercooperativa rentable
En 2005, su primer año tras la ruptura, Consum facturaba 863 millones y ganaba 18 millones. Mientras tanto, Eroski, el que era su «hermano mayor», superaba los 6.000 millones en ventas y ganaba 143 millones. Pero 20 años después, el guion se ha dado la vuelta: en 2023, Consum ganó 108 millones, frente a los 81,7 millones de Eroski. Y no es un hecho aislado, porque la vasca ha llegado incluso a cerrar en negativo algunos ejercicios.
En ventas, Eroski aún va por delante (5.885 millones en 2024), pero Consum va fuerte y este año podría acercarse a los 5.000 millones. Y en cuanto a cuota de mercado por superficie, ya es el sexto operador nacional con un 4,7%, frente al 6% de Eroski.
Una plantilla que se ha cuadruplicado
Consum no solo ha crecido en cifras, también en personas. Hace 20 años tenía menos de 6.000 empleados, y hoy roza los 22.000. Aunque Eroski sigue por delante en este punto, con 27.600 socios y trabajadores, la progresión de la cooperativa valenciana ha sido brutal.
Todo esto contrasta con la visión del expresidente de Eroski, Constan Dacosta, que allá por 2004 auguró a Consum «un futuro difícil en solitario«. Pues parece que no tanto.
Una alternativa real a Mercadona
En una Comunidad Valenciana donde Mercadona lo ha copado casi todo, Consum se ha posicionado como la gran alternativa local, apostando por un modelo diferente. Mientras Juan Roig ha convertido a su compañía en prescriptora (pocas marcas, mayoría de producto propio), Consum ha seguido fiel a las marcas de fabricante, que suponen el 85,5% de sus referencias y el 70% de sus ventas.
«Nuestra política es tener marcas», recalcó Antonio Rodríguez Lázaro, director general, en la última presentación de resultados. Y también apuntó a otro de sus puntos fuertes: las secciones de frescos, donde presume de tener un margen bruto dos puntos superior a la media del sector.
Tiendas propias, franquicia y online al estilo ‘colmena’
En cuanto al modelo de expansión, la valenciana ha sabido combinar formatos. Tiene 498 tiendas propias y 479 franquicias bajo la marca Charter, con previsión de que en 2025 las franquicias superen en número a las tiendas propias, gracias a 35 nuevas aperturas.
El formato Charter le permite llegar a pueblos pequeños y barrios donde Mercadona no puede o no quiere entrar por temas de espacio o licencias. Una jugada inteligente que ha ampliado su presencia sin perder rentabilidad.
Y en la parte digital, Consum también va a lanzar su propio centro logístico exclusivo para pedidos online, al estilo de las colmenas de Mercadona. Lo ha bautizado como “nido”, estará en Paterna, ocupará 16.000 metros cuadrados y se pondrá en marcha en 2026.
Eso sí, de momento, el canal online representa solo el 1,7% de las ventas (77,3 millones) y no genera beneficios, aunque Rodríguez Lázaro insiste en que es un canal imprescindible en el que seguir invirtiendo.
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