Dcoop, el mayor productor de aceite de oliva del mundo, denunció prácticas fraudulentas en la comercialización de aceites refinados etiquetados como “de oliva”, que en realidad serían el resultado de mezclas con aceites de menor calidad y de distintos orígenes.
Antonio Luque, presidente de Dcoop, señaló que, aunque dispone de “indicios” y “nombres y apellidos” de quienes llevan a cabo estos fraudes, carece de pruebas suficientes para llevar el caso ante la justicia.
Según Luque, el aceite refinado, que se obtiene de aceites de oliva de baja calidad o lampante, se somete a un proceso industrial para hacerlo apto para el consumo.
Sin embargo, en este proceso surgen dudas, ya que, en muchos casos, estos aceites de oliva refinados estarían siendo mezclados con otros aceites más baratos, como el de girasol.
“El aceite refinado ha estado más barato que el lampante, pese a tener procesos industriales que deberían elevar su costo”, explicó Luque, lo que sugiere la existencia de estas prácticas fraudulentas.
Además, denunció la falta de acción por parte de las administraciones y criticó el sistema de catas, que no verifica la composición de los aceites.
Aceite de oliva en la mira
Desde Dcoop también se mostró su disconformidad con las asociaciones del sector, Anierac y Asoliva, acusándolas de no actuar con contundencia frente a este problema.
“Queremos limpiar la imagen del producto. España es líder en la producción de aceite de oliva, pero necesitamos liderar también la imagen del sector”, expresó Rafael Sánchez de Puerta, director general de la cooperativa.
En cuanto a los precios, Dcoop prevé que los costos en origen continúen cayendo después de haber bajado cerca de un 20% en el último mes.
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