La creciente tensión comercial impulsada por la guerra de aranceles que activó Donald Trump preocupa Delta Airlines, quien decidió retirar sus previsiones financieras para 2025.
“Dada la incertidumbre actual, Delta no reafirma las previsiones financieras para todo el año 2025 y proporcionará una actualización más adelante en el año a medida que mejore la visibilidad”, señaló la empresa aérea.
La empresa había proyectado un beneficio por acción ajustado de más de 7,35 dólares para este ejercicio.
“Todo el mundo está adoptando una postura defensiva”, afirmó el consejero delegado de la compañía, Ed Bastian, en una entrevista con CNBC, añadiendo que Delta está operando como si la economía estadounidense ya hubiera entrado en recesión.
En su intervención con motivo de la presentación de resultados del primer trimestre del año, Bastian subrayó que “con la gran incertidumbre económica en torno al comercio mundial, el crecimiento se ha estancado en gran medida”.
El vuelo turbulento de Delta
En este escenario, la aerolínea optó por recortar el crecimiento previsto de su capacidad para la segunda mitad del año, que se mantendrá en línea con los niveles de 2024, al tiempo que ajusta costes y gastos de capital para proteger márgenes y flujo de caja.
Pese a las señales de cautela, Delta cerró el trimestre con cifras mejores de lo esperado.
Sus ingresos operativos aumentaron un 2% interanual, alcanzando los 14.040 millones de dólares, mientras que el beneficio neto creció un 3%, hasta los 298 millones.
Esta sólida evolución provocó un repunte del 9% en sus acciones al inicio de la jornada bursátil, aunque su cotización acumula una caída del 33% en lo que va de 2025.
“Esperamos una rentabilidad de entre 1.500 y 2.000 millones de dólares en el trimestre de junio”, dijo Bastian, reafirmando la intención de Delta de mantener su liderazgo en el sector, pese a la creciente presión externa.
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