El 85% de las empresas españolas invirte o planea hacerlo en Inteligencia Artificial, según KPMG

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La inteligencia artificial (IA) se consolida como un eje clave en la agenda empresarial en España, según recoge el informe Perspectivas España 2025: Inteligencia Artificial y transformación elaborado por KPMG.

La investigación revela que el 85% de las compañías ya invirtió o planea hacerlo en esta tecnología.

Además, un 69% la considera una de las tres grandes prioridades de inversión para este año.

El estudio señala que los beneficios percibidos por los líderes empresariales son especialmente claros: un 87% destaca la mejora en la eficiencia operativa, un 52% subraya su impacto en la innovación y un 47% valora su contribución en la toma de decisiones.

Las principales aplicaciones actuales de la IA se concentran en la optimización de la producción (46%), la atención al cliente (40%) y el análisis financiero (40%).

No obstante, la adopción de esta tecnología también viene acompañada de obstáculos significativos.

El 47% de las empresas encuestadas identifica la escasez de capacidades digitales internas como un freno para avanzar.

Además, el 70% señala la falta de formación y conocimiento como barrera para una gobernanza adecuada de la IA, seguida por problemas de integración con sistemas heredados (62%) y la ausencia de estándares definidos (45%).

El avance de la Inteligencia Artificial

Según David Sanz, socio responsable de Inteligencia Artificial, Análisis de Datos y Tecnologías Emergentes de KPMG en España, “la inteligencia artificial es una herramienta real que está transformando la forma en que las organizaciones generan valor”, pero advierte que su éxito depende de cómo se integre estratégicamente en las empresas y se adapten sus procesos.

El informe remarca la necesidad de establecer un marco de gobernanza robusto que garantice un uso ético, seguro y transparente de la IA.

Para ello, recomienda crear estructuras como las Oficinas de Inteligencia Artificial (‘AI Office’) y reforzar la arquitectura tecnológica, sin descuidar el desarrollo del talento y la adaptación a la regulación europea, que será plenamente aplicable en agosto de 2026.

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