El Banco Mundial impulsa políticas de reducción de emisiones

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El Banco Mundial ha dado un paso significativo hacia la incentivación de políticas de reducción de emisiones contaminantes a través de un novedoso proyecto piloto. Bajo el nombre de Fondo para la Transformación de Activos de Carbono (TCAF), la institución con sede en Washington ha lanzado un programa que apoya financieramente las reformas políticas destinadas a reducir la huella de carbono de los países.

Primer éxito en Uzbekistán

El proyecto piloto, denominado ICRAFT, ha tenido su debut operativo en Uzbekistán, donde ha generado un impacto inicial notable. Se estima que las reformas implementadas en el país han permitido la reducción de aproximadamente 500.000 toneladas de CO2 en el año 2022. A cambio de este logro ambiental, Uzbekistán ha recibido un pago significativo de cerca de 7 millones de euros (7.5 millones de dólares), calculado a razón de unos 14.000 euros por cada tonelada de gas contaminante eliminado.

Participación de AENOR en la verificación

En el proceso de validación y verificación de los ahorros energéticos, fundamental para el desembolso de los fondos, ha intervenido la empresa española AENOR. Esta entidad especializada en certificación ha jugado un papel crucial al verificar la reducción de 3,6 millones de toneladas de CO2, asegurando así la precisión y la integridad del programa ICRAFT.

Objetivos y beneficios del programa

El programa ICRAFT no se limita únicamente a la reducción de emisiones, sino que también incluye reformas para disminuir los subsidios energéticos en Uzbekistán de manera gradual. Esta medida se acompaña de la implementación de medidas de eficiencia energética y la transición hacia fuentes de energía más limpias. La reducción de subsidios energéticos ha sido identificada como una estrategia clave para aumentar los ingresos necesarios para la producción y distribución sostenibles de energía en el país.

Además, como parte de su compromiso social, el gobierno de Uzbekistán destinará una parte de los fondos del proyecto a apoyar a los hogares vulnerables afectados por los ajustes en las tarifas energéticas, asegurando que los beneficios del programa alcancen a toda la población.

Perspectivas futuras

El éxito de ICRAFT en Uzbekistán sienta un precedente significativo para futuras actuaciones a nivel global. Este proyecto piloto no solo ha demostrado la viabilidad de los pagos por carbono como mecanismo de incentivo, sino que también ha establecido un esquema replicable para la implementación de iniciativas similares en otros países. El Banco Mundial planea utilizar esta experiencia para desarrollar infraestructuras, sistemas y estándares que faciliten la ejecución eficiente de proyectos de descarbonización en el futuro, contando con la colaboración de otros socios de desarrollo e inversores privados.

El lanzamiento de ICRAFT representa un avance significativo en los esfuerzos globales por mitigar el cambio climático, proporcionando un modelo innovador que combina la acción ambiental con incentivos económicos tangibles.

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