El FMI recomienda al BCE un último recorte de tipos

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio nuevas recomendaciones al Banco Central Europeo (BCE) respecto a su política monetaria, sugiriendo que el BCE realice un último ajuste en los tipos de interés, reduciéndolos al 2% este verano, manteniendo este nivel a menos que surjan grandes perturbaciones económicas.

Esta recomendación llega tras un proceso de rebajas continuas en los tipos de interés, que pasaron del 4% al 2,25% desde junio del año pasado.

El director del departamento para Europa del FMI, Alfred Kammer, destacó que, aunque las tasas de inflación se acercan a los objetivos establecidos, las tensiones globales podrían generar un repunte en las expectativas inflacionarias.

Sin embargo, en Europa, la situación es distinta a la de Estados Unidos, donde la guerra comercial disparó las expectativas de inflación.

Según Christine Lagarde, presidenta del BCE, la inflación en Europa será probablemente más desinflacionaria que inflacionaria, aunque las perspectivas permanecen inciertas debido a los factores externos y la transición global.

El FMI también revisó sus previsiones de crecimiento para la eurozona, rebajando su pronóstico para 2025 de un 1% a un 0,8%.

Los pronósticos del FMI

A pesar de esta disminución, Kammer subrayó que factores como el paquete de infraestructuras de 500.000 millones de euros de Alemania y el aumento del gasto en defensa en toda Europa contribuyen al crecimiento, aunque los riesgos siguen siendo a la baja debido a las tensiones comerciales y la incertidumbre económica.

Además, el FMI recomendó mantener la apertura comercial en Europa y avanzar en acuerdos de libre comercio, alertando sobre los posibles efectos negativos de la desviación del comercio global, especialmente por un aumento de las importaciones chinas a la UE.

Finalmente, el FMI destacó la importancia de llevar a cabo reformas internas en los países europeos.

Kammer sugirió que una mayor integración de los mercados de trabajo, capitales y la creación de un mercado eléctrico más integrado podrían aumentar el PIB de la UE en un 3% en la próxima década.

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