El mercado del automóvil en Europa sigue sin levantar el vuelo. Según un reciente informe del Centro Studi Promotor (CSP), las matriculaciones en Europa Occidental (UE, EFTA y Reino Unido) se mantienen prácticamente estancadas en los primeros cinco meses de 2025, con apenas un 0,1% de crecimiento respecto al mismo periodo del año anterior.
Aunque el mes de mayo cerró con un leve repunte del 1,9%, con un total de 1.113.194 vehículos matriculados, las cifras acumuladas revelan una preocupante realidad: el sector sigue operando un 19,7% por debajo de los niveles de 2019, el último año previo a la crisis provocada por la pandemia de COVID-19.
El director del CSP, Gian Primo Quagliano, ha calificado la situación como una “fase de estancamiento estructural”, y advierte que la recuperación real no llegará sin una intervención decidida a nivel europeo. Entre los factores que lastran la recuperación se destacan el elevado precio de los vehículos, la incertidumbre en torno a la transición hacia el coche eléctrico, y la debilidad de la demanda interna en varios países clave como Alemania, Francia e Italia.
En mercados como el italiano, el informe señala que las ventas acumuladas hasta mayo siguen muy por debajo de las cifras de referencia prepandemia, con descensos que oscilan entre el 13% y el 26% respecto a 2019 en los principales países del continente.
Frente a esta situación, el CSP reclama una estrategia conjunta de la Unión Europea para impulsar el sector, mediante incentivos al comprador, estímulos fiscales y políticas que favorezcan la modernización del parque automotor. “Solo una acción coordinada a nivel europeo puede evitar que el viejo continente pierda competitividad frente a otros mercados que ya han recuperado el terreno perdido”, ha afirmado Quagliano.
Mientras tanto, a nivel global, el panorama es muy diferente: en 2024, el mercado mundial creció un 7,5%, recuperando por completo los volúmenes previos al COVID. Europa, sin embargo, sigue sin arrancar.
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