Elon Musk lo ha vuelto a hacer. Desde que el genio detrás de Tesla y SpaceX se sumó de lleno a la órbita de Donald Trump en la carrera presidencial, su fortuna ha pegado un salto descomunal, casi duplicándose en tiempo récord. Con un rally de Tesla que ha rozado el 100% desde finales de octubre y una nueva inyección de capital en SpaceX, Musk acaba de alcanzar un hito histórico: convertirse en la primera persona en el mundo con una fortuna superior a los 400.000 millones de dólares. ¿El equivalente? La mitad del valor de todas las empresas del Ibex 35 en España.
En su última hazaña, la valoración de sus acciones en SpaceX, donde controla el 50% ha superado, al menos por ahora, a las de Tesla, donde posee el 13%. La compañía aeroespacial, famosa por sus cohetes reutilizables, ha escalado hasta los 350.000 millones de dólares tras una reciente venta de acciones entre inversores privados. Musk no solo se dispara con Tesla o SpaceX: también lidera proyectos de inteligencia artificial como xAI (valorada en 25.000 millones de dólares) y mantiene una fuerte presencia en X, la red social antes conocida como Twitter, adquirida por unos jugosos 44.000 millones en 2022.
Elon Musk, Trump y Wall Street: un trío explosivo
El meteórico ascenso de Tesla en bolsa no es casualidad. Desde que Musk se convirtió en un rostro clave de la campaña de Trump, aunque oficialmente solo sea «asesor», los inversores lo ven como la mano derecha del presidente electo. Y con razón. El nombramiento de figuras cercanas a Musk en puestos clave del gobierno, como Jared Isaacman en la NASA y Vivek Ramaswamy en el flamante Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), confirman que las políticas de Trump parecen hechas a medida para potenciar los negocios del sudafricano.
¿El resultado? Un Tesla que ha pasado de los 200 a los 400 dólares por acción en solo seis semanas, duplicando su valoración hasta alcanzar los 1,3 billones de dólares. Este impulso también se debe a la expectativa de regulaciones más laxas para la conducción autónoma y tecnologías futuristas como los robotaxis, aerotaxis y los robots Optimus, equipados con inteligencia artificial.
SpaceX: el gigante que no deja de crecer
Mientras tanto, SpaceX sigue consolidando su dominio en la industria aeroespacial. En las últimas semanas, la compañía ha realizado una venta privada de acciones que eleva su valoración a niveles estratosféricos. Según el Financial Times, SpaceX ahora vale entre 250.000 y 350.000 millones de dólares, y Musk posee la mitad de esa suma. Con socios como Google y Fidelity, la compañía está más que preparada para liderar la próxima era de la exploración espacial.
Otros imperios bajo el brazo
Además de Tesla y SpaceX, Musk no deja de diversificar. Su empresa de infraestructuras, The Boring Company, está valorada en 3.300 millones de dólares, mientras que Neuralink, su proyecto para conectar cerebros humanos a la tecnología, alcanza los 2.200 millones. Y por si esto fuera poco, su apuesta por la inteligencia artificial con xAI apunta a convertirse en el próximo gran disruptor tecnológico.
Elon Musk, un magnate fuera de serie
A sus 52 años, Elon Musk no solo domina la escena tecnológica, aeroespacial y financiera, sino que también juega un papel decisivo en la política estadounidense. Con 12 hijos y un historial de decisiones empresariales arriesgadas, sigue rompiendo moldes y dejando claro que su influencia va mucho más allá de Silicon Valley.
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