La filial de Enel en Perú ha dado un paso significativo en su estrategia financiera al concluir la venta de sus participaciones en las sociedades de generación eléctrica Enel Generación Perú y Compañía Energética Veracruz. La transacción, valorada en 1.200 millones de euros, se concretó con Niagara Energy, una empresa bajo el control del fondo de inversión global Actis.
El cierre de esta operación marca un hito importante para Enel, ya que contribuye a una reducción sustancial de su deuda neta para el año en curso, al tiempo que refuerza su posición financiera. Esta venta representa un paso más en su estrategia para garantizar una estructura financiera sólida y sostenible, alineada con su plan estratégico 2024-2026.
Aspectos económicos importantes
La transacción, anunciada inicialmente en noviembre del año pasado, ha pasado por un proceso riguroso que incluyó la aprobación de la autoridad antimonopolio peruana, cumpliendo así con todas las condiciones suspensivas establecidas en el acuerdo de compraventa.
Además de la reducción de la deuda neta, la venta generó un impacto positivo en el resultado neto reportado de Enel este año, contribuyendo aproximadamente con siete millones de euros. Sin embargo, es importante destacar que esta operación no tendrá ningún impacto en los resultados económicos ordinarios de la compañía, tal como se presentaron recientemente.
El valor total de la empresa vendida, en referencia al 100% de los activos, asciende a unos impresionantes 1.950 millones de euros, destacando la importancia y el valor de los activos en cuestión.
¿Qué supone para Enel?
Para Enel, esta desinversión estratégica está en línea con su enfoque de aumentar la participación de capital invertido en las geografías donde se centra su estrategia, al tiempo que garantiza una presencia financiera sólida en un entorno económico cambiante y desafiante.
En resumen, la venta de las participaciones en Enel Generación Perú y Compañía Energética Veracruz representa un paso decisivo para Enel, fortaleciendo su posición financiera y allanando el camino para un futuro sólido y sostenible en el sector energético.
Balance económico
Enel obtuvo un beneficio neto de 1.931 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa un incremento del 86,8% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, informó la compañía.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó a cierre de marzo en los 5.892 millones de euros, con un incremento del 23,7% frente al primer trimestre de 2023.
La deuda financiera neta del grupo se situó a finales de marzo en los 60.696 millones de euros, un 0,9% más que los 60.163 millones de euros a cierre de 2023.
Al respecto, el director financiero de la energética, Stefano De Angelis, consideró que los «sólidos» resultados del primer trimestre del año confirman «la eficacia de las acciones de gestión» acometidas por el grupo con su plan estratégico 2024-2026, «así como la resiliencia de su modelo de negocio en todos los países en los que opera».
¿Y ahora qué?
Enel ha manifestado públicamente su confianza en la capacidad del grupo para «alcanzar todos sus objetivos para 2024», incluida la reducción de la deuda neta del grupo, que ya se ha disminuido a 54.000 millones de euros a día de hoy, considerando también las desinversiones actualmente en curso.
Y es que el rendimiento en este primer trimestre de 2024 da a la compañía «una visibilidad clara», incluso en la confirmación de la política de remuneración a los accionistas presentada en su Capital Markets Day del pasado mes de noviembre.
Hay que tener en cuenta que estos efectos fueron parcialmente compensados por un aumento en los ingresos por la venta de electricidad generada a partir de fuentes renovables, principalmente.
© Reproducción reservada