España se lleva la peor parte en un ranking que nadie quiere encabezar. Es el país de la Unión Europea más golpeado por las falsificaciones de vinos y bebidas alcohólicas, según los últimos datos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO).
La cifra es contundente: 380 millones de euros en ventas perdidas solo en este sector. Y eso nos pone por delante de pesos pesados como Francia e Italia, dos países que también tienen una cultura vitivinícola potente.
Pero el golpe no es solo económico. Estas falsificaciones también tienen consecuencias laborales: España pierde más de 1.100 empleos al año por culpa de los productos falsos que imitan marcas de vinos y licores. Solo Francia nos supera en destrucción de empleo en esta categoría.
Un problema que afecta a toda Europa
El informe de la EUIPO, con sede en Alicante, alerta de que entre 2013 y 2017, las falsificaciones en el sector de vinos y bebidas espirituosas causaron en toda la UE unas pérdidas de 2.289 millones de euros en ventas. Además, supusieron la destrucción de casi 5.700 puestos de trabajo al año.
Y por si fuera poco, también hay impacto en las arcas públicas: se dejaron de recaudar 2.068 millones de euros en impuestos por culpa de estas copias ilegales.
Las falsificaciones se cuelan en la cesta de la compra
Aunque solemos asociar las falsificaciones con ropa, relojes o gadgets, el sector alimentario está cada vez más afectado. Galletas, pasta, patatas fritas y dulces fueron la segunda categoría de productos falsificados más incautados en las fronteras exteriores de la UE.
China y Turquía aparecen como los principales orígenes de estos productos ilegales, según las estadísticas de 2019 y 2020.
Y la cosa va a más. Según el último informe SOCTA de Europol, el auge del comercio electrónico ha sido un regalo para los falsificadores, que ahora usan plataformas online para colar comida y bebida falsa casi indistinguible del producto original.
Operación Opson: millones en comida y vino falsos incautados
En la última edición de la operación Opson, que Europol e Interpol coordinan cada año, se incautaron alimentos y bebidas falsas por valor de 91 millones de euros. Participaron 29 países, y el botín fue enorme: 22.000 toneladas de comida y 850.000 litros de bebida, con especial foco en aceite de oliva y vinos etiquetados falsamente como Denominación de Origen Protegida (DOP).
Y eso nos afecta especialmente a nosotros: España cuenta con 388 productos con Indicaciones Geográficas Protegidas, solo por detrás de Italia (888) y Francia (771).
El fraude alimentario ya no es solo cosa de productos tech o de lujo. Nos afecta a todos. Y en el caso de España, los vinos y licores. Uno de nuestros grandes orgullos están entre los más amenazados.
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