España se consolida como uno de los destinos más atractivos para la industria audiovisual internacional, impulsada por un modelo que combina incentivos fiscales competitivos, una red de apoyo territorial bien estructurada y una apuesta clara por la sostenibilidad.
“Los incentivos son una condición necesaria, pero no suficiente. Sin incentivos no vas a conseguir rodajes, pero solo con ellos tampoco basta: hay que complementarlos”, explicó Víctor Lamadrid, secretario general de la Spain Film Commission, en una entrevista a Produ.
Lamadrid subrayó que el éxito de España no depende únicamente de las ventajas fiscales, aunque estas juegan un papel esencial.
“Los incentivos son una condición necesaria, pero no suficiente. Sin incentivos no vas a conseguir rodajes, pero solo con ellos tampoco basta: hay que complementarlos”, explicó.
En la actualidad, la Spain Film Commission agrupa a 48 entidades repartidas por todo el país, que prestan asistencia directa a los rodajes en sus respectivos territorios
Lamadrid destacó que España construyó un modelo robusto y cohesionado, con una red de 48 comisiones regionales que operan en todo el territorio.
“No importa en qué lugar del país decidan rodar, siempre habrá una Film Commission local y un equipo dispuesto a facilitar todo lo necesario”, afirmó.
Para Lamadrid, los incentivos fiscales son fundamentales, pero el valor diferencial de España reside en el acompañamiento integral que se ofrece a los productores.
Los beneficios fiscales
España no solo brinda un marco fiscal competitivo, sino que también logró una articulación eficiente entre administraciones públicas, entidades regionales y profesionales del sector.
Esta combinación convierte al país en un destino no solo rentable, sino también cómodo y eficaz para las productoras.
Tanto España como Portugal buscan posicionarse con fuerza en el mapa audiovisual europeo, pero el modelo español destaca especialmente por su capilaridad territorial y el soporte continuo que garantiza una experiencia de rodaje fluida y profesional.
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