La farmacéutica catalana Esteve anunció un acuerdo con Sanofi para hacerse con los derechos de Caprelsa, nombre comercial del tratamiento vandetanib, empleado en el tratamiento del cáncer medular de tiroides en adultos y niños mayores de cinco años.
La operación, pendiente aún de aprobación regulatoria, se enmarca en el plan de expansión internacional y posicionamiento en terapias de alta especialización iniciado por la compañía tras la entrada del fondo alemán Lubea.
Esteve, con sede en Barcelona y casi un siglo de historia, viene transformando su modelo desde la llegada en 2018 de Staffan Schüberg como consejero delegado.
Tras desprenderse de su división de genéricos en 2019, la compañía apostó por dos líneas de negocio claras: el desarrollo como fabricante para terceros (CDMO) y la construcción de un portafolio propio centrado en enfermedades de baja prevalencia y necesidades médicas no cubiertas.
En esa estrategia se inscribe también la compra de HRA Pharma Rare Diseases por 275 millones de euros en 2024, que añadió a su cartera tres tratamientos para el síndrome de Cushing y el carcinoma adrenocortical.
Ese mismo año, Esteve también se hizo con las licencias de Mepact, para un cáncer de hueso raro, e Increlex, destinado a trastornos de crecimiento en la infancia.
La adquisición de Esteve
Jacob Tolstrup, director comercial de la compañía, dijo que les “enorgullece confirmar que estamos ampliando nuestro porfolio de terapias altamente especializadas. Este es un paso adelante en la internacionalización de Esteve, centrado en tratamientos altamente especializados para las necesidades médicas no satisfechas”.
La farmacéutica cerró 2024 con unos ingresos de 744 millones de euros, un 5% más que el año anterior.
El negocio farmacéutico aportó 300 millones, impulsado por la expansión del portafolio, mientras que el área CDMO generó 443 millones, con una leve caída del 0,7%.
La compañía logró un beneficio neto de 75 millones, un 23% superior al de 2023.
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