La Comisión Europea presentó una nueva estrategia para reactivar el mercado único, uno de los pilares fundacionales de la Unión Europea, pero que lleva años lastrado por barreras normativas y burocráticas.
En un contexto global cada vez más competitivo, con potencias como China y Estados Unidos ganando terreno, Bruselas busca eliminar los principales obstáculos que impiden el pleno funcionamiento de este espacio común y fomentar el crecimiento de las empresas europeas.
El plan contempla una batería de medidas que incluye desde la modernización de normativas clave hasta la digitalización de procesos.
En concreto, se plantea la creación de una Ley de Servicios de la Construcción y una nueva Ley de Entrega de la UE, que abordarán reformas en los sectores de la construcción, servicios postales, paquetería y telecomunicaciones.
Uno de los puntos centrales de la estrategia es la eliminación de las diez principales barreras del mercado único, entre ellas: la dificultad de operar en otros Estados miembros, la fragmentación legislativa, el reconocimiento de cualificaciones profesionales, retrasos en la normalización de productos o divergencias en etiquetado y residuos.
Bruselas también quiere actuar contra restricciones territoriales de suministro injustificadas, que generan diferencias de precios dentro de la UE.
Entre las novedades más destacadas figura la implementación de etiquetas digitales mediante códigos QR, una especie de pasaporte de producto que facilitará el acceso a información esencial sobre bienes comercializados.
Además, se plantea armonizar los certificados de autorización en el sector servicios, así como facilitar el reconocimiento de títulos profesionales a través de herramientas digitales.
Cambios por el mercado único
La Comisión también propone un portal único para la declaración de desplazamiento de trabajadores y estudia la introducción de un carné europeo de seguridad social.
El impulso al mercado único llega en paralelo al relanzamiento del proyecto de unión de mercado de capitales, ahora denominado unión de ahorro e inversiones, promovido por Enrico Letta y respaldado por Mario Draghi.
Ambos coinciden en que la UE necesita mecanismos que retengan talento y capital dentro del bloque.
La digitalización empresarial y la simplificación normativa prometen ahorros de hasta 400 millones de euros anuales, en una apuesta decidida por la competitividad europea en un mundo cada vez más fragmentado.
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