Goldman Sachs anticipa una parálisis económica en la eurozona en la segunda mitad de 2025

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El banco de inversión estadounidense Goldman Sachs ha revisado a la baja sus previsiones para la economía de la eurozona, advirtiendo de un inminente estancamiento del PIB en la segunda mitad del año. Según su último informe, la región apenas crecerá un 0,7% en 2025 y un 1% en 2026, muy por debajo del consenso del mercado y de las proyecciones oficiales del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los analistas de la entidad de Wall Street subrayan que las perspectivas económicas y de inflación se han debilitado de forma notable en los últimos meses. El índice PMI compuesto de abril apenas superó el umbral de crecimiento, situándose en 50,1 puntos, lo que respalda la previsión de un exiguo crecimiento del 0,1% del PIB para el segundo trimestre. Además, encuestas como ZEW y Sentix, junto con el deterioro en la confianza del consumidor, apuntan a una economía cada vez más frágil.

Goldman Sachs también señala que las tensiones comerciales persistentes, a pesar de la tregua arancelaria de 90 días promovida por el expresidente Trump, continuarán afectando negativamente al comercio neto y a la inversión. A esto se suma el impacto de un entorno global más débil y condiciones financieras más restrictivas.

En el plano inflacionario, el banco prevé una tendencia desinflacionaria prolongada, alimentada por la ralentización del crecimiento salarial, la reciente apreciación del euro y el descenso de los precios de la energía. Además, advierte que la reasignación global de oferta inducida por los aranceles, especialmente desde China hacia otros mercados, podría generar un exceso de bienes valorado en unos 300.000 millones de dólares.

Como consecuencia, Goldman Sachs proyecta una inflación subyacente del 1,8% para finales de 2025, 1,7% en 2026 y 1,9% en 2027. En este contexto, considera probable que el BCE recorte los tipos de interés en 25 puntos básicos en su reunión del 5 de junio, sin descartar una bajada más agresiva de hasta 50 puntos si las condiciones empeoran aún más.

La entidad prevé nuevos recortes en julio y septiembre, llevando la tasa de depósito hasta el 1,5%, aunque advierte que estos pasos dependerán de la evolución de las condiciones económicas y de posibles acuerdos comerciales que mejoren el panorama financiero.

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