Grifols cerró la emisión privada de bonos garantizados por un total de 1.300 millones de euros, una operación estratégica que busca reforzar su estabilidad financiera y optimiza su perfil de deuda.
El principal uso de los fondos será la amortización total de los Bonos Senior Garantizados, que tienen un tipo de interés del 1,625% y vencimiento en febrero de 2025.
Grifols destinará 300 millones de euros de los recursos obtenidos a liquidar el saldo pendiente de estos bonos, lo que representa una importante simplificación de su deuda a corto plazo.
Además, el resto de los ingresos, unos 1.000 millones de euros, se utilizarán para saldar por completo los préstamos revolving pendientes en su línea de crédito, que tenía vencimiento en noviembre de 2025.
Esta medida contribuirá a reducir el coste financiero de la compañía y a mejorar su flexibilidad operativa.
Asimismo, los fondos sobrantes se destinarán a necesidades corporativas generales, fortaleciendo así su posición en el mercado y su capacidad de inversión en proyectos futuros.
El plan de Grifols
Grifols logró también cumplir con las condiciones de cierre de la extensión de su línea de crédito revolving (RCF), que ahora se extiende hasta mayo de 2027, otorgándole una mayor capacidad de financiación.
La emisión de estos bonos y la extensión de la línea de crédito fueron anunciadas por la compañía el pasado 11 de diciembre, lo que resultó en un fuerte impulso para su cotización en bolsa.
Este paso es parte de su estrategia para mantener un perfil de deuda más saludable y aumentar su capacidad para afrontar nuevos desafíos en el sector biopharma.
Grifols está intentando recuperar el ritmo tras un 2024 complicado, sobre todo por el impacto de un informe de Gotham que la acusaba de fraude contable.
Este escándalo generó un gran revuelo en el mercado, lo que provocó que las acciones de la compañía cayeran más de un 37% este año.
Sin embargo, la situación parece estar mejorando. La CNMV ya ha cerrado la investigación sobre el fraude, lo que da señales de que las aguas se están calmando.
De hecho, muchos analistas creen que Grifols está infravalorada a los precios actuales, ya que, pese a los problemas, su negocio sigue avanzando.
© Reproducción reservada