La farmacéutica catalana Grifols está moviendo ficha. Justo en plena Oferta Pública de Adquisición (OPA), la empresa ha decidido reforzar su estructura en España con un nuevo proyecto ambicioso: una central para su área de ingeniería, Grifols Engineering. Esta instalación no solo se encargará de solucionar los problemas industriales que puedan surgir en sus plantas alrededor del mundo, sino que también ofrecerá sus servicios a otras empresas. Para este mega plan, Grifols soltará 360 millones de euros.
El sitio elegido para esta central es una finca de 80.000 metros cuadrados que Grifols ya tiene en su poder. Ahí se construirán varios edificios, cada uno con unos 5.000 metros cuadrados, según fuentes cercanas. La localización elegida es Lliçà, en la provincia de Barcelona, cerca de donde ya opera una de sus fábricas. Aunque las obras arrancarán el próximo año, la central no estará lista hasta finales de la década, ya que la aprobación por parte de las autoridades sanitarias, como la EMA y la FDA, es un trámite obligatorio.
El objetivo de Grifols con esta nueva infraestructura es consolidar sus operaciones, actualmente repartidas en instalaciones. Centralizar todo en un solo sitio permitirá una mayor eficiencia a la hora de realizar ampliaciones o reparaciones en cualquier parte del mundo, desde Estados Unidos hasta Egipto.
Ingeniería para todos, incluso para la competencia
Pero el proyecto no se limita a la propia Grifols. La compañía también tiene previsto ofrecer soluciones a otras empresas del sector, como Takeda, su mayor competidor en el mercado del plasma. Hace unos años, Grifols vendió a la empresa japonesa cuatro equipos valorados en unos tres millones de euros cada uno, que se encargan de automatizar el proceso de apertura de botellas y bolsas de plasma. Dos de estas máquinas están actualmente en Austria e Italia.
Aunque Grifols ha decidido no seguir adelante con su centro de investigación inmunológica Pyrenees Immunology Research Center, tiene otros tres grandes proyectos industriales en marcha. El primero es la construcción de una fábrica en Dublín, donde la empresa ha invertido 150 millones de euros para satisfacer la creciente demanda de albúmina a nivel global, que se espera crezca un 5% anual durante los próximos cinco años.
Además, Grifols está levantando una nueva planta en Canadá, un proyecto en el que el Capex (inversión en activos fijos) ya está en marcha, y se espera que la producción comience en 2025. Esto viene después de cerrar un contrato clave con el gobierno canadiense para suministrar inmunoglobulina en los próximos años.
Por último, en Egipto, Grifols está construyendo 20 centros de donación de plasma, además de un centro de purificación y dosificación, cumpliendo con un acuerdo firmado con el gobierno local.
La sanción de la CNMV no frena los planes de Grifols
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido expedientar a la farmacéutica por presentar información incorrecta en sus cuentas anuales, lo que podría costarles una multa de alrededor de un millón de euros. Sin embargo, Grifols asegura que esto no afectará sus resultados financieros ni sus grandes planes de expansión. También hay que señalar que Gotham City Research y General Industrial Partners fueron sancionados por manipulación informativa, lo que impactó en el precio de las acciones de Grifols.
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