Grupo Antolin tantea el sector de la defensa

La firma burgalesa explora una diversificación industrial ante la ralentización del sector de automoción y el auge del gasto militar en Europa

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Grupo Antolin, compañía española especializada en componentes para interiores del automóvil, ha iniciado conversaciones con el Gobierno y empresas del sector de la defensa para evaluar su entrada en este ámbito, según Europa Press. La estrategia se centraría en el ensamblaje de piezas para vehículos militares, una actividad que permitiría a la empresa diversificar su negocio sin exigir grandes inversiones ni una transformación profunda de su plantilla.

La compañía, con sede en Burgos, busca posicionarse ante el creciente impulso del gasto militar en Europa, favorecido por el actual contexto geopolítico internacional y por el deseo de los gobiernos europeos de potenciar su capacidad productiva en defensa. Esta posible reorientación coincide además con un periodo de desafíos para la industria de la automoción en el continente, marcada por la transición eléctrica, el encarecimiento de costes y una menor rentabilidad.

Según ha adelantado el diario Expansión, Antolin ya ha mantenido contactos preliminares para conocer las necesidades de producción que podrían derivarse de futuros programas del Ministerio de Defensa. La empresa no ha confirmado oficialmente estos movimientos, pero sí ha manifestado que está “preparada, en términos de capacidad industrial, tecnológica y operativa, para afrontar los desafíos del nuevo entorno económico y geopolítico”.

Experiencia industrial y presencia territorial, bazas clave

Fuentes del sector destacan la experiencia de Antolin en gestión de proveedores y cadena de suministro, así como su red de centros productivos en distintas regiones de España, lo que la posiciona favorablemente para participar en programas que el Gobierno pretende descentralizar territorialmente. La intención del Ejecutivo es que los nuevos fondos en defensa beneficien a diferentes zonas del país y no solo a los grandes polos industriales.

Actualmente, los dos principales programas militares en marcha son el vehículo blindado 8×8 Dragón y el Vehículo de Apoyo a Cadenas (VAC), ambos con presupuestos que rondan los 2.000 millones de euros y adjudicados al consorcio Tess Defence. Este consorcio está formado por empresas clave del sector como Indra, Escribano Mechanical & Engineering, Sapa Placencia y Santa Bárbara Sistemas (filial de GDELS).

En paralelo, Indra ha anunciado recientemente la creación de una filial específica para vehículos militares (Indra Land Vehicles) y está inmersa en un proceso de adquisición industrial para dotarse de capacidad productiva propia.

Un movimiento estratégico hacia la diversificación

La posible entrada de Antolin en defensa supone un giro estratégico para la compañía, que tradicionalmente ha centrado su actividad en el sector de la automoción. Esta iniciativa permitiría a la empresa abrirse a un negocio en expansión, menos expuesto a los vaivenes de la demanda de vehículos civiles y con el respaldo de políticas públicas de inversión.

De concretarse, Antolin se sumaría a una lista creciente de empresas industriales españolas que ven en la industria militar una oportunidad para diversificar ingresos y fortalecer su posición a largo plazo en un entorno económico cada vez más condicionado por la seguridad y la autonomía estratégica europea.

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