La cervecera holandesa Heineken registró unos ingresos de 7.784 millones de euros en el primer trimestre de 2025, lo que representa una caída del 4,9% respecto al mismo periodo del año anterior, según informó la compañía.
Además, el volumen de cerveza comercializado a nivel global se situó en 54,1 millones de hectolitros, un 2,3% menos que en 2024.
Por regiones, las ventas cayeron un 4,6% en Europa y un 3,7% en América, mientras que en Asia-Pacífico se observó un repunte del 2,6%.
De manera orgánica, la bajada fue del 2,1%.
En su comunicado, la multinacional advirtió que persisten factores de riesgo que podrían afectar negativamente al desempeño de los próximos trimestres, señalando “una continua volatilidad macroeconómica” con efectos sobre el comportamiento de los consumidores.
Entre los elementos que generan preocupación, Heineken destaca “una confianza débil, presiones inflacionarias globales y devaluaciones monetarias en relación con un euro más fuerte, además de incertidumbres más amplias, como los recientes ajustes arancelarios y los posibles aumentos”.
A pesar del descenso en ingresos y volumen, la compañía mantiene su previsión para el ejercicio 2025.
Las proyecciones de Heineken
Heineken espera un crecimiento orgánico del beneficio operativo antes de elementos excepcionales y amortizaciones (BEIA) de entre un 4% y un 8%.
No obstante, el efecto negativo del tipo de cambio podría impactar de forma significativa en los resultados anuales.
La cervecera estimó que, aplicando los tipos de cambio spot del 14 de abril de 2025 a los resultados financieros de 2024 como base, el impacto adverso sería de aproximadamente 1.720 millones de euros en ingresos netos (BEIA), 320 millones en el beneficio operativo (BEIA) y de 180 millones de euros en el beneficio neto (BEIA).
La empresa continuará monitorizando el contexto global, aunque por ahora no ha modificado su estrategia de crecimiento ni su marco de previsiones para el conjunto del año.
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