Iberdrola levantará en Álava la primera agrovoltaica para impulsar el cultivo de manzanas en el País Vasco

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La compañía energética Iberdrola ha anunciado la construcción en Álava de la primera planta agrovoltaica destinada a favorecer el cultivo de manzanas y, al mismo tiempo, generar energía eléctrica renovable. El proyecto busca combinar la innovación tecnológica con el impulso de la tradición agrícola, reforzando así el compromiso de la empresa con la sostenibilidad.

Energía limpia y agricultura de calidad

El objetivo de esta instalación es doble. Por un lado, producir energía fotovoltaica que se inyectará en la red como parte de la estrategia de transición energética. Por otro, proteger y optimizar el cultivo de manzanas destinadas a la elaboración de sidra de alta calidad, un producto con fuerte arraigo cultural y económico en el País Vasco.

El modelo agrovoltaico permite aprovechar el terreno de manera más eficiente, ya que las placas solares ofrecen sombra controlada que reduce la evaporación del agua y protege los cultivos frente a fenómenos climáticos extremos, al tiempo que generan electricidad.

Innovación al servicio del territorio

La apuesta de Iberdrola por la agrovoltaica se enmarca en su estrategia de diversificación de proyectos renovables. La compañía busca liderar un modelo en el que la producción de energía no compita con la agricultura, sino que ambos sectores se beneficien mutuamente. Este enfoque es especialmente relevante en regiones como Álava, donde la agricultura tradicional convive con la necesidad de avanzar hacia un futuro energético más limpio.

Impacto económico y social

El proyecto no solo refuerza la posición de Iberdrola como referente en energías renovables, sino que también puede convertirse en un motor de desarrollo local. Se espera que la iniciativa genere empleo en la zona, fomente la innovación agrícola y contribuya a dar mayor valor añadido a la producción de sidra vasca.

Una tendencia global en crecimiento

La agrovoltaica se está consolidando como una de las soluciones más prometedoras dentro del sector energético a nivel internacional. La combinación de producción alimentaria y energía solar ofrece respuestas concretas a dos de los grandes desafíos del siglo XXI: la seguridad alimentaria y la descarbonización de la economía.

En definitiva, la iniciativa de Iberdrola en Álava marca un hito en España y podría convertirse en un modelo replicable en otras regiones, donde la convivencia entre agricultura y renovables es clave para un desarrollo sostenible a largo plazo.

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