Iberdrola está reforzando con decisión su apuesta por el negocio de redes de cara a su próximo plan estratégico. A la inversión récord de 12.480 millones de euros ya aprobada por el regulador británico para su filial SP Energy Networks, se suma ahora el ambicioso plan ‘Power New York’, con el que la energética quiere consolidar su presencia en Estados Unidos.
El programa, liderado por las filiales NYSEG (New York State Electric & Gas) y RG&E (Rochester Gas and Electric), prevé una inversión total de 20.000 millones de dólares a lo largo de cinco años. El objetivo: modernizar el sistema eléctrico en Nueva York para afrontar el aumento de la demanda energética, mejorar la fiabilidad de la red y cumplir los compromisos climáticos del estado.
Iberdrola busca la digitalización de redes
El plan contempla actuaciones clave como la digitalización de las redes, mejoras en la resiliencia frente a tormentas, y la expansión de infraestructuras críticas. Además, se incorporan nuevas tecnologías para agilizar la respuesta ante cortes de suministro y facilitar la integración de energías renovables. Casi un 40% de los costes están ligados a cargas heredadas no cubiertas en anteriores ciclos tarifarios, entre ellas la reposición de infraestructuras dañadas por tormentas (unos 200 millones al año), el impacto de la morosidad derivada de la pandemia, y mandatos estatales que obligan a adaptar postes eléctricos para la expansión de la banda ancha.
Power New York también apuesta por una mejora significativa en la experiencia del cliente. El plan incluye la renovación completa del sistema de facturación, nuevas herramientas digitales, modernización de centros de llamadas, y el cumplimiento de la nueva Ley de Centros de Llamadas, que exige atención directa desde el estado. En total, se espera la creación de 1.100 nuevos puestos de trabajo, 539 de ellos destinados específicamente a esta área de atención.
Uno de los aspectos más destacables es el enfoque social del plan. Iberdrola destinará 413 millones de dólares a programas de asistencia energética para hogares vulnerables, y 525 millones a la gestión de la vegetación, una medida clave para evitar apagones derivados de árboles caídos o ramas en las líneas eléctricas.
El proceso se alargará hasta 2026
El proceso regulatorio se prolongará previsiblemente hasta 2026, ya que implica negociaciones con múltiples stakeholders y requiere la aprobación de una resolución plurianual por parte de la Comisión de Servicios Públicos del Estado de Nueva York.
Mientras tanto, en Reino Unido, Nicola Connelly, CEO de SP Energy Networks, ha calificado como “histórica” la autorización obtenida para ejecutar inversiones por 12.480 millones de euros, destinadas a reforzar la red eléctrica y apoyar la transición energética en las regiones donde opera.
Con este doble movimiento, Iberdrola consolida su liderazgo internacional en redes reguladas y refuerza su estrategia de largo plazo: infraestructuras críticas, digitalización y electrificación sostenible.
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