Indra lo está petando en 2025. Literalmente. La tecnológica y defensiva española se ha marcado un rally histórico que la coloca como la acción más alcista del IBEX 35 en lo que va de año. Sus títulos han subido más de un 107%, y eso solo en los primeros seis meses del año.
Para encontrar un año tan explosivo como este, hay que remontarse a 1998. Desde febrero, la acción ha subido más de un 120% desde mínimos, marcando nada menos que 32 nuevos máximos anuales e históricos, con la cotización ya por encima de los 35 euros. Todo un récord.
El motivo está claro: el mercado aplaude su apuesta por la defensa en medio del actual contexto geopolítico. Resultado: Indra alcanza la mayor capitalización bursátil de su historia.
Y aunque los analistas han ido revisando al alza sus valoraciones, la cotización sigue yendo por delante: el precio medio objetivo que manejan ahora es de 31,3 euros, todavía un 11% por debajo del precio real de mercado.
Los expertos, divididos
En los últimos días, con el subidón de la acción, algunos analistas han empezado a recomendar recoger beneficios. Pero aun así, más de la mitad del consenso sigue recomendando entrar, mientras que solo dos firmas (11%) aconsejan vender. Nada mal.
Indra: de tecnológica a referente militar
Esto no es casualidad: Indra está en plena transformación estratégica. Aunque la defensa no era su principal fuente de ingresos, ha apostado fuerte por ese sector. Y ya empiezan a verse movimientos corporativos: la compra de Hispasat, el acuerdo en camino con Escribano (donde igualaría capital con la SEPI), y también está sobre la mesa una posible operación con Iveco Defence.
Según los últimos resultados trimestrales, los ingresos del área de defensa han subido un 18%, y la previsión es duplicar la contratación en 2025 respecto a 2024. La cartera de pedidos ya supera los 8.000 millones (+11%) y la contratación total crece un 17%. Un ritmo de crecimiento muy por encima del mercado.
Hacia la industria pesada
Pero lo más potente es lo que viene: Indra ha cambiado sus estatutos para poder fabricar vehículos militares, un paso que la mete de lleno en la industria de defensa más dura, más allá del software o los sistemas electrónicos.
“Europa busca una autonomía estratégica en defensa y muchos países están subiendo sus presupuestos. Indra llega en el momento justo”. Además, al estar participada por el Estado, tiene ventaja en los grandes consorcios nacionales y europeos.
Indra ya no es solo una tecnológica del IBEX. Es, ahora mismo, el gran actor español del nuevo boom de la defensa en Europa. Y lo está sabiendo aprovechar mejor que nadie.
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