Intel llega a un acuerdo con EE.UU. de 8.500 millones de dólares para fabricar chips

IntelIntel

Intel ha asegurado una subvención de 8.500 millones de dólares del gobierno de Estados Unidos para la construcción y ampliación de cuatro fábricas de chips en el país. Esta financiación proviene de la Ley de Chips, un programa de 53 mil millones de dólares diseñado para impulsar la fabricación de semiconductores en suelo estadounidense, con el objetivo de reducir la dependencia de Asia y enfrentar las tensiones geopolíticas con China. Según el Departamento de Comercio, Intel destinará el dinero a plantas en Arizona, Nuevo México, Ohio y Oregón, y se espera que su inversión total en Estados Unidos supere los 100.000 millones de dólares en los próximos cinco años. 

Esta ayuda se enmarca en los esfuerzos del gobierno de Joe Biden por revitalizar la industria nacional de chips, un sector clave para la seguridad económica y nacional. Con esta subvención, la administración espera que EE.UU. produzca el 20% de los chips más avanzados del mundo para finales de esta década, frente al 12% que fabricaba en 2020. 

Intel en plena expansión

Intel, que se encuentra en plena expansión bajo la dirección de su CEO Pat Gelsinger, se beneficiará de este apoyo financiero para avanzar en sus proyectos, incluyendo la construcción de dos nuevas fábricas en Arizona y la modernización de otra. Además, la compañía podría acceder a hasta 11.000 millones de dólares en préstamos gubernamentales y créditos fiscales adicionales. 

El financiamiento también coincide con un momento crucial para la industria de semiconductores, que ha visto fluctuaciones en la demanda y desafíos en la cadena de suministro. A pesar de estos obstáculos, las inversiones en la industria de chips son consideradas esenciales, ya que los semiconductores avanzados son fundamentales para el progreso tecnológico y el poder geopolítico. 

Intel espera que estos proyectos generen más de 10.000 empleos directos, además de cerca de 20.000 empleos en la construcción. Sin embargo, Gelsinger ha señalado que, para mantener este ritmo de crecimiento, el Congreso deberá aprobar más fondos en los próximos años. 

Con el respaldo de la Ley de Chips, Intel busca reducir la brecha con sus rivales como TSMC y Samsung, mientras continúa innovando y ampliando su presencia en el mercado estadounidense. 

© Reproducción reservada