Este jueves, 22 de agosto, comenzará la reunión de banqueros centrales de EE. UU. en Jackson Hole. Se trata de un evento que, este año, destaca por suponer el inicio de un nuevo ciclo de bajadas de tipos en Norteamérica.
La Reserva Federal estadounidense, que organiza este simposio, será la protagonista del mismo. El motivo es que a partir del próximo 18 de septiembre, dicha entidad bancaria empezará a reducir el precio del dinero tras varios meses en los que ha estado evitando bajar los tipos para no dar un paso en falso. En su reunión de este mes, la Fed dará comienzo a un proceso de descenso de tipos que, según el mercado, se alargará en el tiempo, cosa que suele ser habitual.
En septiembre, se iniciará una maratón de bajadas de tipos que, ahora, apunta a un recorte de 200 puntos básicos durante todo un año, es decir, hasta septiembre de 2025. De esta forma, lo están descontando los mercados de futuros en este momento. Sin embargo, el evento de Jackson Hole de esta semana es la ocasión perfecta para que la Reserva Federal siente los cimientos de la primera bajada de tipos en 4 años.
Cabe destacar que, no solo lo han comprado los mercados, sino que los expertos de la industria también apuntan en esta dirección, hecho que demuestra la última encuesta efectuada a los gestores de fondos, elaborada por Bank of America. En ella, ha quedado patente que los gestores norteamericanos están convencidos de que lo más probable es que la Fed baje los tipos en 4 ocasiones, como mínimo, durante el año.
La Fed bajará los tipos gracias a los datos de empleo
Hasta la fecha, la Reserva Federal ha evitado reducir los tipos para no hacerlo antes de tiempo, ya que esto generaría un nuevo repunte de la inflación en EE. UU. No obstante, una vez dicho organismo ha podido confirmar que la inflación se halla en el camino correcto y que llegará al 2% en el que se ha establecido su objetivo a medio plazo (en julio de este año ya cayó al 2,9%), ha reconocido públicamente que su punto de mira está puesto, desde ahora, en el empleo, la otra pata de su mandato dual.
A día de hoy, el empleo está empezando a dar señales de debilidad en Norteamérica, por lo que los mercados han asumido que ha llegado el momento de que la Fed baje tipos. Sin embargo, en la política monetaria nunca se debe dar por sentado ningún movimiento de los bancos centrales. Por ello, el encuentro en Jackson Hole de esta semana es muy importante, pues, en él, la mentada entidad bancaria estadounidense confirmará si ha decidido finalmente dar comienzo al proceso de recortes de tipos.
La Fed se prepara para una nueva oleada de bajadas de tipos
En su última reunión oficial a finales de julio, Jerome Powell, Presidente de la Fed, reconoció que «el sentimiento general del Comité es que la economía se acerca al momento de bajar tipos, pero para eso seremos dependientes de los datos, pero no de un dato en solitario. La pregunta es si la totalidad de los datos es consistente con una bajada de tipos, y si se cumple todo, estaremos listos para hacerlo en septiembre. Hoy no lo hemos hecho, porque consideramos que estamos cerca, pero no en el punto adecuado».
No obstante, el propio Powell afirmó que, durante ese mismo encuentro, se debatió la posibilidad de bajar tipos en julio, pero la mayor parte de miembros de la Reserva Federal optó por esperar un poco más. A pesar de ello, ya contaban con iniciar este proceso en septiembre.
La bajada de tipos, una maratón más breve de lo esperado
El proceso de recorte de tipos que ha de efectuar la Fed se alargará durante todo un año, lo cual supone un ciclo de bajadas más corto de lo que suele ser normal para dicha institución. En los últimos 5 procesos prolongados de recortes de tipos, lo habitual ha sido ver que la Reserva Federal reducía tipos a lo largo de más de 2 años. La única excepción fue el último ciclo de recortes, que tuvo lugar durante la crisis del Covid-19. En este caso, el mencionado organismo partía de un nivel de tipos menos alto de lo que suele ser normal. No obstante, ahora, la situación es muy diferente, ya que los tipos han subido en los últimos años con mucha agresividad (se trata del aumento más rápido de los últimos 40 años) y la Fed parte de unos tipos de interés del 5,5%.
A pesar de esto, los mercados están comprando un proceso de recortes de tipos que se prolongará únicamente un año, hasta septiembre de 2025. Este se producirá con significativa velocidad en los próximos meses, pues, si para septiembre, los mercados han comprado un descenso de 25 puntos básicos, en la reunión de noviembre o en la de diciembre, tendrá lugar una bajada el doble de fuerte. Los mercados esperan que esta sea la última del año.
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