El presidente del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) y gobernador del Banco de Países Bajos, Klaas Knot, advirtió que los criptoactivos alcanzaron un nivel de desarrollo y penetración que los convierte en un riesgo potencial para la estabilidad del sistema financiero global.
“Hemos mantenido durante mucho tiempo que las criptomonedas no representaban un riesgo sistémico, pero los acontecimientos recientes sugieren que podríamos estar acercándonos a un punto de inflexión”, afirmó.
Aunque durante años este mercado fue considerado demasiado pequeño o aislado como para representar una amenaza sistémica, Knot señaló que “el ecosistema de las criptomonedas seguirá evolucionando, al igual que nuestros marcos regulatorios”.
Con una capitalización que ronda los 3,4 billones de dólares —el equivalente a más de dos veces el PIB de España—, su peso y conexiones con el sistema financiero tradicional ya son motivo de vigilancia.
El avance de productos como los ETF de criptomonedas redujo las barreras de acceso para el inversor minorista, mientras que la exposición indirecta de bancos, fondos y plataformas fue en aumento.
Según Knot, “las interconexiones con el sistema financiero tradicional siguen creciendo”.
Más allá de los criptoactivos
El responsable del FSB también puso el foco en las stablecoins, criptoactivos diseñados para mantener un valor estable al estar respaldados por activos financieros como bonos del Tesoro estadounidense.
Aunque se consideran menos volátiles que monedas como bitcoin o ether, Knot subrayó que no están exentas de riesgo.
“Poseen ahora cantidades sustanciales de bonos del Tesoro estadounidense; este es un segmento que debemos vigilar de cerca”, dijo.
Además, alertó de que, si los activos subyacentes no respaldan adecuadamente a estas monedas, pueden convertirse en una fuente de inestabilidad.
En un mercado desregulado, una pérdida de confianza o un shock de precios puede desencadenar ventas masivas que afecten a otros mercados, amplificando posibles tensiones financieras.
El mandato de Knot al frente del FSB finalizará el 30 de junio, siendo sucedido por el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey.
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