Tras un arranque de año marcado por el retroceso, la industria de vehículos española logró en marzo un ligero respiro.
La producción de vehículos en las plantas nacionales creció un 6,9%, alcanzando las 208.778 unidades, según datos de la patronal Anfac.
Este incremento, sin embargo, se debe en gran medida a factores estacionales: la Semana Santa cayó en marzo el año pasado, lo que genera un efecto base favorable que se revertirá en abril.
Anfac también atribuye parte de la mejora a un “reajuste en las cadenas de suministro”, aunque no ha detallado en qué consisten esos cambios.
Aun así, el balance trimestral sigue siendo negativo. Entre enero y marzo se fabricaron 590.882 vehículos, un 9,8% menos que en el mismo periodo del año anterior.
En los dos primeros meses del año, las matriculaciones en la Unión Europea cayeron un 3%, con descensos notables en los vehículos gasolina (-20,5%) y diésel (-28%), según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
Este retroceso golpea de lleno a la industria española, donde más de la mitad de los turismos fabricados en el primer trimestre (52,4%) usaban este tipo de motorizaciones.
Frente a esto, los híbridos no enchufables ganaron terreno, y su producción se ha duplicado, representando ya más de un tercio de los turismos fabricados.
Los híbridos enchufables también avanzan, impulsados por modelos como el Cupra Formentor y el Ford Kuga.
En contraste, los eléctricos cayeron un 14,7%, sumando solo 29.346 unidades.
Vehículos fuera de España
Las exportaciones, que absorben gran parte de la producción nacional, crecieron un 3,7% en marzo, pero acumulan una caída del 13,6% en el trimestre.
José López-Tafall, director general de Anfac, advierte que esta leve recuperación es aún frágil: “La recuperación total de la actividad productiva dependerá de factores clave como la estabilidad del mercado, el crecimiento de la demanda y la evolución de la actual situación geopolítica derivada de la política arancelaria de EEUU”.
Aunque las plantas españolas no exportan coches a EEUU, la industria de componentes sí sufre el impacto de los nuevos aranceles, con más de 1.000 millones de euros en piezas enviadas a ese país en 2024.
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