Las principales cadenas hoteleras españolas, como Meliá, RIU, Barceló y Palladium, anticipan un verano positivo en términos de ingresos, con resultados que superan los de 2024, aunque con un ritmo de crecimiento más moderado.
Desde Meliá Hotels International destacan que, tras varios años de incrementos de doble dígito en RevPAR (ingreso por habitación disponible), este verano la mejora ha sido más contenida, al igual que la de ADR (tarifa media diaria). No obstante, confirman que los hoteles vacacionales en España superarán por cuarto año consecutivo la facturación del ejercicio anterior.
Por su parte, Barceló Hotel Group asegura haber cumplido e incluso superado sus previsiones iniciales, con un crecimiento del 10,2% interanual en ingresos en España. El avance ha sido especialmente significativo en Canarias (+15,7%) y en la península (+7,7%). La compañía subraya un desempeño sobresaliente en RevPAR, con un alza del 15,4% en Canarias gracias al aumento del ADR (+11%) y a mayores niveles de ocupación.
RIU Hotels & Resorts apunta que su temporada estival está siendo muy similar a la de 2024, que califican de “excelente”, y esperan cerrar el verano con resultados igualmente sólidos. Sus datos muestran un crecimiento del 7,8% en RevPAR y ocupaciones muy positivas, con reservas para agosto ligeramente por encima de las del año pasado.
En el caso de Palladium Hotel Group, la ocupación se mantiene en niveles de 85%, mientras que el RevPAR experimenta un incremento del 5%. La cadena resalta el interés creciente del mercado estadounidense por Baleares, mientras que el mercado británico sigue siendo su principal cliente.
Todas las cadenas coinciden en el buen comportamiento del mercado nacional, que en algunos casos ha compensado descensos de clientes centroeuropeos. En Barceló, por ejemplo, el cliente español ha aumentado un 9,3% en ingresos y un 2,7% en noches de habitación, consolidando su peso como primer mercado.
Pese a la ligera desaceleración en el ritmo de crecimiento, el sector turístico español confirma que vive un nuevo verano de récord, impulsado por la demanda internacional, la fortaleza del mercado interno y la recuperación sostenida de precios y ocupación.
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