Los incendios forestales que han golpeado España este mes de agosto comienzan a dar un respiro. Actualmente se contabilizan 18 focos activos, una cifra mucho menor a la registrada en días pasados, cuando las llamas se extendían por decenas de puntos del país. Sin embargo, el balance que dejan hasta ahora sigue siendo devastador: más de 360.000 hectáreas calcinadas solo en agosto y cerca de 400.000 en lo que va de año, de acuerdo con los datos del sistema europeo de información sobre incendios (EFFIS) de Copernicus.
El peso de las cifras
Para hacerse una idea de la magnitud, la superficie afectada este verano equivale a casi cuatro veces la extensión de la Comunidad de Madrid. La comparación ilustra el nivel de impacto medioambiental, social y económico que suponen estos incendios. No solo se trata de masa forestal perdida: hay comunidades rurales que ven amenazados sus cultivos, ganaderías y, en muchos casos, su modo de vida.
Una meteorología que cambia el escenario
La situación, pese a todo, empieza a mostrar signos de mejora. El descenso de las temperaturas en varias regiones y la previsión de lluvias en los próximos días ofrecen un escenario más favorable para los equipos de extinción. Después de semanas en las que el calor extremo, la baja humedad y los fuertes vientos habían alimentado las llamas, la meteorología se convierte ahora en un aliado clave.
Más allá de la emergencia inmediata
El reto, no obstante, va más allá de controlar los fuegos actuales. Con un escenario de veranos cada vez más largos y secos, la planificación en prevención y gestión forestal cobra un papel esencial. Los expertos advierten de la necesidad de invertir en la limpieza de montes, la creación de cortafuegos más eficaces y el refuerzo de medios tanto humanos como tecnológicos.
En un país con una alta dependencia del turismo y una creciente sensibilidad hacia la sostenibilidad, los incendios no son solo un desafío medioambiental: representan también una amenaza directa a la economía rural y a la imagen internacional de España como destino seguro y sostenible.
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