La industria automotriz japonesa, otrora líder indiscutible del motor global, enfrenta su mayor reto hasta la fecha: el auge de los fabricantes chinos, liderados por su producción masiva y competitiva de coches eléctricos. En este panorama de intensa competencia, Honda y Nissan están en conversaciones para fusionarse y plantarle cara a gigantes como BYD.
Según lo que se sabe hasta ahora, Honda llevaría las riendas en esta unión estratégica. El CEO de Honda, Toshiro Mibe, lo dejó claro en una reciente rueda de prensa conjunta con Nissan y Mitsubishi: «El mercado ha cambiado drásticamente con el avance de las automotrices chinas. Si no actuamos, perderemos la batalla antes de 2030.»
¿Por qué esta fusión Nissan-Honda podría funcionar?
Ambas empresas están en horas bajas. Los resultados financieros recientes no son brillantes, y Nissan incluso anunció el despido de 9.000 trabajadores en todo el mundo. Sin embargo, si combinamos sus ventas globales de este año, 3,43 millones de unidades para Honda y 3 millones para Nissan, estarían técnicamente en condiciones de superar a BYD, el gigante chino que vendió 3,76 millones de coches en el mismo período.
El problema radica en que la mayor parte de los coches nipones siguen siendo de combustión, mientras que BYD juega exclusivamente en la cancha de los eléctricos. Aquí es donde Honda ve una gran oportunidad: aprovechar la tecnología de Nissan para fortalecer su línea de vehículos eléctricos, en particular SUV y modelos más grandes como el Pathfinder o el Armada. Según expertos en Honda, su tecnología de baterías se adapta perfectamente a estos vehículos de mayor tamaño.
Más allá de los eléctricos: los coches definidos entre Honda y Nissan por software
Otro punto crucial de esta alianza es el desarrollo de los llamados software-defined vehicles. Esta tecnología, que permite personalizar las funcionalidades de un coche a través de actualizaciones digitales, será clave para competir con marcas como Tesla. Para Honda, colaborar con Nissan en esta área significa reducir costes y acelerar el proceso de desarrollo, especialmente en lo relacionado con vehículos autónomos.
La sombra de la política arancelaria
Más allá de la presión del mercado, la política comercial de la nueva administración Trump podría complicar las operaciones de ambas empresas en Norteamérica. Honda, que tiene factorías en México y Canadá, teme que las políticas arancelarias la obliguen a trasladar su producción, lo que incrementaría aún más sus costes. La fusión con Nissan podría proporcionar una base más sólida para enfrentar estas turbulencias.
Un movimiento clave hacia el futuro de Honda
En palabras de Katsuhiro Yoshida, jefe de desarrollo de baterías de Honda: «Los coches eléctricos son el futuro, y esta fusión es nuestro boleto para liderar ese camino.« Ahora queda por ver si esta unión será suficiente para contrarrestar el avance chino y devolver el brillo a las estrellas automovilísticas de Japón.
© Reproducción reservada