Óscar Puente se reunió con Škoda para desinflar la opa húngara a Talgo

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El Gobierno avanza en la Operación Talgo. Su objetivo es que el mencionado fabricante de trenes especializado y con tecnología de cambio de ancho automático, la joya de la compañía, encuentre un socio industrial con garantías y que, además, no acabe en manos del grupo húngaro Ganz-Mavag, sociedad en la que participa la Administración Orbán. En la mencionada operación están implicadas la Moncloa y varios ministerios españoles, pero es Transportes la que juega un papel protagonista en ella. Para conseguir un socio que no fuera Ganz-Mavag, el ministro Óscar Puente se reunió discretamente en mayo con la cúpula de la compañía checa Skoda Transportation, según ha sabido La Vanguardia.

Óscar Puente

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El grupo Ganz-Mavag ha presentado una OPA a 5 euros por acción. Sin embargo, la opinión mayoritaria en el Gobierno es que una empresa que puede resultar clave en Europa por su tecnología, teniendo en mente la reconstrucción de Ucrania, no puede pasar a estar controlada por una sociedad húngara cuya cabeza visible en España, el multimillonario Andras Tombor, trabajó en el gobierno de Viktor Orbán. La situación gopolítica actual también influye sobre esta decisión, pues Orbán acaba de visitar a Putin y a Trump, lo cual ha provocado un profundo malestar en Bruselas.

Encuentro entre Óscar Puente y la cúpula de Skoda

Además de la cuestión geopolítica, el Gobierno español no conoce en profundidad la capacidad industrial de Ganz-Mavag, ya que, cuando se le ha requerido conocer las instalaciones físicas, la respuesta no ha convencido, indican fuentes conocedoras.

Talgo, de acuerdo a lo que afirman varias fuentes del Ministerio de Economía, necesita un socio industrial capaz de elevar su capacidad de producción, dado que se enfrenta a importantes compromisos de pedidos con diferentes operadores a medio plazo. Sin embargo, el Gobierno español tiene claro que dicha capacidad no puede aportarla el grupo húngaro.

Por esta razón, el mentado órgano inició una prospección sobre varias empresas europeas especializadas en la fabricación de trenes con la finalidad de que alguna de ellas entraran a formar parte de la Operación Talgo. Los contactos más prometedores se efectuaron con Standler y CAF, pero ninguna de las dos mostró un gran interés en sumarse a la mentada operación. En consecuencia, el Ejecutivo contactó de forma paralela con la checa Skoda Transportation, que sí se mostró dispuesta a participar. La Moncloa ha descubierto que hace 5 años que la firma checa estaba interesada en Talgo.

Por lo tanto, el Gobierno apuesta fuerte por Skoda. Para armar la operación entre esta y la mencionada compañía de trenes, Óscar Puente se reunió directamente con los 3 máximos directivos de Skoda a finales de mayo en la embajada de España en Praga. Puente fue de viaje oficial a la República Checa y, durante su estancia allí, encontró un hueco para reunirse discretamente con la cúpula de Skoda y unificar posiciones con ella.

La intención de la empresa checa es fusionarse con Talgo para combinar sus negocios. No obstante, esta unión no es suficiente, sino que hace falta encontrar a otros socios financieros o que acompañen en la operación. Para ello, el Gobierno español se está planteando la opción de que CriteriaCaixa, inversora principal de la Fundación La Caixa, y Escribano, propietario del 8% de Indra, se hagan con el control de una parte de Talgo. La oficina de Asuntos Económicos de la Moncloa se encarga de este tema, pero se enfrenta a un obstáculo significativo: igualar o superar la OPA húngara con el objetivo de garantizar que la mencionada compañía de trenes tenga un núcleo español.

La posibilidad de rechazar dicha OPA ha suscitado un gran debate en el seno del Gobierno, pues el veto de la misma podría provocar un conflicto judicial que el Ejecutivo está dispuesto a asumir.

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