Pernod Ricard eleva un 10% su beneficio anual pese a la caída de las ventas globales

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La multinacional francesa Pernod Ricard, uno de los gigantes mundiales en el sector de espirituosos, cerró su último ejercicio fiscal —finalizado en junio de 2025— con un beneficio neto atribuido de 1.626 millones de euros, lo que supone un incremento del 10% respecto al año anterior. La mejora en los resultados responde, principalmente, a una reducción significativa de los costes no recurrentes que pesaron sobre las cuentas en ejercicios previos.

En paralelo, la facturación registró un retroceso. Las ventas netas se situaron en 10.959 millones de euros, un 5,5% menos en términos absolutos y un 3% en cifras orgánicas. El desempeño refleja la desaceleración del consumo en algunos de sus principales mercados y la presión de factores externos que han impactado de manera directa en la dinámica comercial.

Evolución por mercados

Por áreas geográficas, la compañía reportó un comportamiento dispar:

  • Asia y resto del mundo: descenso del 7%, hasta 4.635 millones de euros, lastrados por una contracción del 21% en China, donde la debilidad de la confianza del consumidor y la compleja coyuntura macroeconómica limitaron la demanda.

  • América: caída del 6%, hasta 3.154 millones de euros, con un impacto relevante en Estados Unidos debido a la prolongada incertidumbre en materia arancelaria. Esta situación obligó a los distribuidores a ajustar sus inventarios a final de ejercicio, un efecto que la empresa espera se prolongue en los próximos meses.

  • Europa: facturación de 3.170 millones de euros, un 4% menos que el año anterior, manteniéndose como el mercado con mayor estabilidad relativa en un contexto de retrocesos generalizados.

Solo en el cuarto trimestre, las ventas sumaron 2.506 millones de euros, lo que supone un descenso interanual del 6%. En ese periodo, América retrocedió un 13% (665 millones), Asia un 5% (1.054 millones), mientras que Europa mantuvo el pulso con ingresos en línea con el ejercicio previo (786 millones).

Ajustes y previsiones

De cara a 2026, Pernod Ricard anticipa un ejercicio de transición. La compañía prevé un inicio marcado por debilidades —ajuste de inventarios en EE.UU., incertidumbre del consumidor en China y cambios en la fiscalidad en India—, con una esperada recuperación gradual en la segunda mitad del año fiscal.

A medio plazo, la hoja de ruta es clara: entre 2027 y 2029, la empresa proyecta un crecimiento orgánico anual de las ventas del 3% al 6%, acompañado de una expansión progresiva de su margen operativo. Para respaldar este objetivo, Pernod Ricard ha puesto en marcha un ambicioso programa de eficiencia valorado en 1.000 millones de euros, que se ejecutará entre 2026 y 2029. El plan contempla la optimización de operaciones y la adaptación de la estructura organizativa a un modelo más ágil y preparado para los retos futuros.

Con marcas icónicas como Absolut, Ballantine’s o Beefeater, la compañía confía en su capacidad de seguir siendo un referente global en el sector de bebidas espirituosas, reforzando su posicionamiento incluso en un entorno de volatilidad y cambios en el comportamiento del consumidor.

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